El concierto inaugural del XIX Encuentro de Música y Academia mostrará al Péter Eötvös compositor, director y profesor
El concierto inaugural del XIX Encuentro de Música y Academia de Santander, que tendrá lugar el domingo, 7 de julio, en el Palacio de Festivales, permitirá ver por primera vez en la capital cántabra al maestro Péter Eötvös desarrollando a la vez sus tres facetas como compositor, director de orquesta y formador de jóvenes músicos.
Eötvös, nacido en Transilvania –ahora región perteneciente a Rumanía pero anteriormente a Hungría—, dirigirá en este concierto también por vez primera a la Orquesta Sinfónica Freixenet del Encuentro, formada por jóvenes músicos, interpretando, además, una de sus composiciones, El vuelo del águila en el cielo ( The gliding of the Eagle in the skies , en inglés).
Se trata de una obra creada hace 8 años para la Orquesta de San Sebastián que gira en torno a la idea de la «libertad», simbolizada en el vuelo de esta ave, y que se caracteriza por sus «grandes melodías que se repiten» de diferentes formas.
«Es una pieza que siempre ha sido muy bien acogida por el público», ha afirmado el propio Eötvös en la rueda de prensa de presentación del concierto inaugural del XIX Encuentro de Música y Academia, organizado por la Fundación Albéniz, en la que ha estado acompañado de la presidenta de esta institución, Paloma O Shea; del director artístico del Encuentro, el también húngaro Péter Csaba, y la concejala de Cultura de Santander, María Luisa Sanjuán.
Eötvös, que para O Shea es un director «excepcional» y el «principal compositor del momento», ha considerado una «gran idea» que los jóvenes músicos que integran la Orquesta interpreten una obra de un compositor «vivo» y «contemporáneo» a ellos, como es él. «Normalmente, los jóvenes músicos trabajan repertorios de épocas pasadas o históricas».
Además de su obra, la Orquesta Sinfónica Freixenet interpretará el Concierto para violín y orquesta en re mayor Op.61 de Beethoven, con el artista invitado Giovanni Guzzo como solista, músico con el que Eötvös se ha mostrado «encantado» de compartir esta pieza, con el que se reunirá este viernes para hablar del ensayo que tendrán el sábado, un día antes del concierto.
Además, el programa del concierto del domingo se cerrará con la obra Petrushka , de Stavinsky, en su versión de 1947, que, a juicio de Eötvös, es «la mejor» para concierto y es una pieza que «todo músico de orquesta debería conocer».
En este sentido Eötvös confía en tener en estos días antes del concierto «tiempo suficiente» para poder trabajar en todos los «matices», «articulaciones» y notas de esta obra.
Según ha destacado, las tres piezas que se interpretarán en este concierto pertenecen a tres épocas diferentes, una clásica, la de Beethoven; otra del siglo XX ( Petrushka ), y otra contemporánea, que es la creada por él, con tres estilos distintos, una circunstancia que exige que los jóvenes músicos tengan que generar una «sonoridad específica para cada una de ellas».
Para O Shea el repertorio de este concierto es un «programa que uno no se puede perder» y, por ello, ha invitado a asistir a él. Tendrá lugar a partir de las 20.30 horas en la Sala Argenta del Palacio de Festivales.
EÖTVÖS: TRABAJAR CON LOS JÓVENES OFRECE MUCHAS MÁS POSIBILIDADES
El compositor, director de orquesta y formador de jóvenes músicos ha destacado que la orquesta que dirigirá en este concierto inaugural «funciona muy bien» y ha explicado que fue una «sorpresa» que ya en la primera lectura de la obra «todo funcionó muy bien». «Los alumnos entendieron muy bien la idea y técnicamente también la realización», ha destacado.
Eötvös se ha mostrado «feliz» y de participar en el Encuentro porque, según ha dicho, «le encanta trabajar con jóvenes», «ayudarles técnicamente, ponerles en contacto con la música» y «explicarles cosas». Y es que, para él, es una «sensación totalmente diferente» a la de estar con adultos.
«Ofrecen muchas más posibilidades», ha opinado el maestro, quien ha subrayado que el equipo de jóvenes que se ha encontrado en el Encuentro de Música y Academia es «absolutamente magnífico», no solo a nivel musical y técnico, sino también en su faceta personal y humana. De hecho, ha asegurado que en estos días de ensayos y convivencia ha formado con ellos una «pequeña familia».
Según ha explicado, durante estos días de ensayos, también ha querido transmitir a los jóvenes participantes del Encuentro la importancia que, a su juicio tiene, que un músico de orquesta debe trabajar también su faceta como solista, «No son cosas contrapuestas. Es importante practicar con otros músicos pero también la perspectiva del solista», ha opinado.
Por su parte, Csaba ha señalado que los jóvenes intérpretes reciben como un «regalo» el participar en el Encuentro.
«Son conscientes de lo importantes y maravilloso que es tener la oportunidad de conocer a personalidades tan relevantes como el maestro Eötvös, y otros profesores. Esto hace 45 o 50 años sería imposible pero hoy sí que se puede» con iniciativas como la del Encuentro de Música y Academia de Santander, al que considera uno «de los mayores eventos que hay para la música actualmente».
Csaba se ha mostrado «muy contento» de la participación de Eötvös en la XIX edición del Encuentro y, sobre todo, de los jóvenes músicos que participan en él y que ha calificado de «formidables» tanto por el nivel que tienen como por la «voluntad» y el «esfuerzo» que le ponen y el «ambiente» que han logrado.
Respecto a Eötvös, Csaba ha explicado que le conoce desde hace «mucho tiempo» de la zona de Transilvania, que en el pasado perteneció a Hungría, su país, y ahora pertenece a Rumanía.
Ha señalado que ambos comparten unas «raíces comunes», reflejo de una tierra que, como también ha destacado Paloma O Shea, ha sido «muy fértil» para la música y las artes en general.
Csaba ha explicado que, aunque él y Eötvös han vivido posteriormente en diferentes países, se ha dado cuenta que la «música es un lenguaje universal». «No importa donde uno esté, la música habla», ha aseverado.
El Encuentro de Música y Academia reúne hasta el 27 de julio a 68 participantes de 27 nacionalidades distintas de las 11 escuelas europeas de música asociadas (París, Budapest, Helsinki, Bruselas, Londres, Berlín y Madrid).
La concejal de Cultura ha destacado que en el Encuentro «se alienta al intercambio de conocimiento» entre personas unidas por el amor a la música y permite una convivencia entre músicos consagrados y jóvenes.