Casado (PP) aboga por ser el partido «de la España que madruga» que evite un gobierno «corrupto» en la Junta

NÍJAR (ALMERÍA), 27

El presidente del PP, Pablo Casado, ha animado este martes a los miembros de su partido a ser «ese partido de la España que madruga» y que «no quiere corrupción en la Junta», por lo que ha señalado que su formación está dispuesta a «levantar alfombras, abrir puertas y ventanas» y a hacer que Andalucía «sea noticia por lo maravillosa que es esta tierra y no por un gobierno clientelar, corrupto e incapaz como el de la Junta».

Así lo ha manifestado durante su intervención en un acto público en Níjar (Almería), donde ha señalado que su partido «se avergüenza al escuchar que había conductores que compraban 25.000 euros de cocaína para un director general en la época en la que Susana Díaz ya era consejera de Griñán» así como de «ver cómo 1.000 millones de euros aproximadamente se malversaron en la trama de los ERE y los cursos de formación».

Casado ha incluido en su defensa de Andalucía a los habitantes del campo de Gibraltar que «madrugan preocupados viendo cómo se ha malogrado una negociación sobre el estatus de Gibraltar por parte de un irresponsable presidente del Gobierno», a quien ha acusado nuevamente de haber «desperdiciado la oportunidad» de que la zona «se convirtieran en el eje más próspero en política fiscal, comercial y estratégica de Europa».

«Tenemos que defender la españolidad de Gibraltar, pero no por patriotismo, sino porque es la única forma de que Andalucía, Cádiz y el Campo de Gibraltar no puedan ser incapaces de competir frente a un paraíso fiscal que, con una verja, está sumiendo en la pobreza a sus vecinos que viven al lado», ha manifestado el líder de los populares.

EL PARTIDO «DE LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO»

De este modo, ha incidido en que el PP tiene que ser «el partido que siempre hemos sido», que es «el partido de las clases medias» y el de «las víctimas del terrorismo que madrugan para llevar flores a sus muertos al cementerio», que «quieren una garantía de lo que escuchan en la radio, que es que el Gobierno socialista está pactando la transferencia de las competencias de las prisiones al País Vasco para que los etarras tengan un régimen penitenciario más favorable» sepan que «eso no va a pasar porque el PP lo va a impedir».

Según ha relatado, su partido es el que puede representar al agricultor que «quiere poder tener agua a un precio similar a sus vecinos de otras autonomías», al autónomo que «no quiere que le cueste el gasoil más caro que cuando gobernaba el PP», a los pensionistas que «quieren saber que lo que el PP pactó» en relación a la subida de pensiones de viudedad, las mínimas o de las medias «se cumpla» o el de las familias que quieren «ir a la sanidad y encontrar un hospital sin colas».

Igualmente, ha asegurado que el PP aspira ser el partido con el que se identifiquen los estudiantes quieren «un sistema educativo competitivo», los parados que tratan de «buscar un empleo con la esperanza que volvamos a gobernar» para «crear la ilusión de futuro de quienes aún no han encontrado su oportunidad», el de las mujeres que quieren que «se siga reduciendo la brecha salarial» y «conciliar» su vida laboral, así como el de «aquellos españoles que viven en Cataluña» y que quieren «vivir en un país unido» porque «ven con preocupación que un Gobierno socialista está completamente maniatado por los independentistas» y «no es capaz de censurar a un independentista que escupe a su propio ministro».

En la misma línea, Casado ha señalado que el PP tiene que el partido de los policías nacionales y guardias civiles que esperan la equiparación salarial, o el de los inmigrantes «que madrugan agradeciendo el país que les ha acogido, ese país que les agradece que vinieran a dar lo mejor de sí mismos y que lo hicieron en base a un contrato de trabajo, convenios internacionales, oficinas de atención laboral en esos países africanos y no dejándoles que les exploten las mafias de trata de seres humanos con efectos llamada como los de Pedro Sánchez».

Ante esto, Casado ha lanzado varios compromisos para «facilitar» la labor de los ciudadanos en su día a día, entre ellos un pacto nacional por el agua que permita que ese bien sea «igual para todos», trabajar por el fomento de las infraestructuras de transporte, vigilar las negociaciones en el ámbito europeo para mejorar la política agraria, y una reducción de impuestos en la región. «Aquí la gente quiere pagar impuestos, pero que sean bajos y que los pague todo el mundo, no que algunos ministros se busquen sociedades patrimoniales para evadir impuestos», ha dicho.

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