El comité de Aernnova impugna el ERE por «fraudulento» y reclama la nulidad de los despidos
VITORIA, 2
El comité de empresa de la planta de Aernnova en Berantevilla (Álava) ha impugnado el Expediente de Regulación de Empleo presentado por la dirección de la empresa y ha solicitado la nulidad de los despidos incluidos, al considerar que los responsables de la compañía cometen un «fraude» al utilizar la crisis sanitaria como argumento para impulsar el ERE.
De esa forma, el órgano que representa a la plantilla de este centro de trabajo ha registrado ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) un escrito en el que reclama la anulación del ERE, que entró en vigor este pasado lunes y que incluye 55 despidos forzosos.
En la impugnación del ERE ante el TSJPV, el comité de empresa de la factoría de Berantevilla demanda, asimismo, a la propia Aernnova Aeroestructuras de Álava, y a las empresas y sociedades «superpuestas» a ella, según ha informado el órgano que representa a la plantilla en un comunicado.
El comité argumenta que la planta de Berantevilla forma partede una estructura empresarial encabezada por Iñaki López Gandasegui y la sociedad Kaizaharra, «que son quienes deciden la estrategia empresarial, reparten la carga de trabajo y actúan en su propio beneficio, aunque sea a costa de perjudicar a los trabajadores y trabajadoras».
«RESPONSABLE A TODOS LOS EFECTOS»
En el escrito presentado ante el TSJPV se añade que este grupo el «único cliente» de la planta de Berantevilla, de la que recuerda que ha tenido «resultados millonarios» en los últimos años. Además, afirma que el grupo presidido por López Gandasegui «maneja a su antojo» la planta de Berantevilla, por lo es «el responsable a todos los efectos de los despidos».
El comité argumenta que las causas productivas que alega la empresa «derivan únicamente» de la actual crisis sanitaria, de la que subraya que «en ningún caso se puede considerar una crisis estructural».
De esa forma, indica que en los meses anteriores a la pandemia había «pleno empleo» en la fábrica, hasta tal punto que se llegaron a «bloquear» salidas de personal y a intentar una ampliación de la jornada.
Desde el comité se considera que la situación actual deriva «exclusivamente» de la aparición de la covid-19, por lo que con este ERE la empresa «está cometiendo fraude».
El órgano que representa a la plantilla denuncia en su impugnación que en vez de aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) derivado del coronavirus, que conllevaría «una garantía de empleo siquiera temporal», la empresa recurre a decenas de despidos motivados por la pandemia, algo que «vulnera la normativa».
Además, el comité cree que el proceso de negociación del ERE estuvo «viciado», ya que la empresa «no tuvo voluntad de evitar los despidos» y «desoyó todas las propuestas alternativas» que se le plantearon.