El CICR abre un centro para pacientes de COVID-19 en Yemen con el temor a un nuevo repunte de casos
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha abierto un centro para tratar a enfermos de COVID-19 en la ciudad yemení de Adén, con el temor a que los nuevos contagios detectados en regiones del sur puedan derivar en una nueva expansión masiva del coronavirus como la vivida antes del verano.
El nuevo centro cuenta con 60 plazas y está llamado a paliar parte de las necesidades de un país sumido en una guerra desde 2013. Más de la mitad de las instalaciones sanitarias de Yemen están cerradas como consecuencia del conflicto y las carencias de servicios básicos complican cualquier restricción.
Yemen ha registrado más de 2.000 casos y 585 fallecidos, después de sumar en agosto 230 nuevos contagios. El dato mensual representó un descenso en relación a las cifras de julio (570) y de junio (835), según Naciones Unidas, pero aún así Yemen está considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el país con mayor proporción de fallecidos del mundo.
Un miembro del equipo del CICR en Yemen, Digo Rojas Coronel, ha explicado que el nuevo centro que se ha abierto en el hospital de Al Jumhuriya «atenderá a pacientes que tienen pocas opciones, o ninguna, de obtener un tratamiento médico adecuado» en caso de contraer el coronavirus.
Una enfermera de la Cruz Roja Noruega, Tine Mejdell Larsen, ha advertido de que en marzo y abril el sistema se vio desbordado para hacer frente a la emergencia y «mucha gente fue rechazada en la puerta», quedando así a su suerte frente a una enfermedad frente a la que no se conocían tratamientos ni vacunas.
Ali Ahmed Ali, vecino de Adén, ha recordado que en la primera ola «mucha gente murió». «Ahora (el virus) vuelve más fuerte y los hospitales están cerrados. ¿Qué pasa si vuelve el coronavirus? ¿A quién pediremos ayuda después de Alá? ¿Cuántas personas morirán?», ha preguntado.