El Centro de Neurología Avanzada se consolida como referente mundial de cirugía de epilepsia infantil
SEVILLA, 13
La Unidad de Epilepsia Refractaria del Centro de Neurología Avanzada (CNA), compuesta por un equipo multidisciplinar de expertos en trastornos neurológicos, ha protagonizado una cadena de intervenciones quirúrgicas de epilepsia compleja y refractaria en niños. En tan solo quince días, se han llevado a cabo ocho operaciones de cirugía resectiva con intención curativa para casos de epilepsia complicada en niños sin respuesta a fármacos.
Este equipo del CNA, compuesto por profesionales de la neurología, neurorradiología, neurofisiología, neuropsicología, neuropsiquiatría y neurocirugía, ha estado encabezado por Juan Uranga, neurólogo epileptólogo director de la Unidad, por los neurocirujanos Javier Márquez Rivas y Mario Alonso Vanegas y por las neurofisiólogas Iratxe Maestreo y Estefanía Monge, todos ellos referentes de su especialidad a nivel internacional en este campo.
La sucesión de intervenciones, que comenzaba el pasado 20 de abril, supone un auténtico hito médico «no solo por ser la primera vez que se desarrolla en la comunidad andaluza» sino por reunir en un mismo centro a un equipo multidisciplinar de primer nivel que se encarga de identificar pacientes que se pueden beneficiar de estos tratamientos, seleccionar las mejores terapias quirúrgicas para cada niño según su historial, dirigir las cirugías de epilepsia refractaria, supervisar el preoperatorio y llegar hasta el final del tratamiento tras la intervención.
Según ha explicado el consultor internacional de Neurocirugía del CNA y presidente del capítulo latinoamericano de la Liga Internacional contra la Epilepsia, Mario Alonso Vanegas, la mayoría de los pacientes con epilepsia deja de tener crisis y pueden llevar una vida normal gracias a los fármacos antiepilépticos. Sin embargo, un 30 por ciento de los pacientes con epilepsia no responde de forma adecuada al tratamiento farmacológico.
«Estos niños, a pesar de su medicación, continúan sufriendo crisis de naturaleza epiléptica, convulsivas o de desconexión del medio». «En el caso de los pequeños con epilepsia complicada y sometidos a las intervenciones, estas crisis convulsas y de desconexión tenían una presencia diaria, en la mayoría de ellos sufrían hasta 30 ó 40 crisis al día que producen caídas, traumas y un riesgo incrementado de muerte súbita».
Durante este programa de cirugías se han utilizado diversos procedimientos que buscan anular o desconectar el área del cerebro donde se producen las crisis», ha indicado Alonso. «Los pacientes que no responden a los fármacos se pueden beneficiar de este tipo de intervenciones para extirpar o desconectar el tejido cerebral donde se produce el problema neurológico, o bien pueden ver controlados sus síntomas gracias a otras técnicas de neuroestimulación cerebral».
NEUROCIRUGÍA Y TECNOLOGÍA PUNTA
Se trata de un proceso que comienza con el estudio y selección de casos realizado por el jefe de Epilepsia del CNA, el doctor Juan Uranga, quien se encarga de identificar los casos en los que la medicación no sea ya una opción y la cirugía pueda ayudarles a largo plazo. Uranga prepara al paciente, lo estudia y realiza los estudios previos y necesarios para identificar el foco epiléptico e identificar las vías por las que circula la corriente anómala, que es básica para la planificación de la intervención.
Este epileptólogo ha señalado que «una vez realizada la operación quirúrgica es muy importante conocer el historial médico del paciente, sus expectativas y necesidades para hacer el ajuste de medicación y su retirada cuando sea posible a largo plazo».
Cada una de las ocho intervenciones ha contado en quirófano con un extenso equipo de profesionales integrado por una anestesióloga, tres enfermeras, dos neurofisiólogas, cuatro neurocirujanos y un neurólogo, además de un equipo de soporte que incluye la unidad de cuidados intensivos y pediatría.
La misión del coordinador quirúrgico es supervisar que la compleja logística necesaria para el desarrollo de las intervenciones esté a punto y que cada profesional pueda realizar su trabajo de forma exhaustiva y solucionar cualquier problema que pueda surgir para conseguir el perfecto desarrollo de las operaciones, ha subrayado el responsable de Neurocirugía del CNA, el doctor Javier Márquez, quién ha puntualizado que el objetivo de este trabajo en equipo es «conseguir, localizar el lugar exacto del cerebro donde se produce la descarga excesiva neuronal que debe ser resecada y según su localización proceder a la desconexión o resección, intentando evitar consecuencias irreparables en los niños».
Márquez, durante las seis horas de promedio que ha durado cada intervención, ha contado con el apoyo en los doctores Uranga y Alonso, y del resto de neurocirujanos del grupo, ya que «son intervenciones de muchas horas de duración que requieren concentración y precisión por parte de cada miembro del equipo».
La Unidad de Cirugía de Epilepsia Refractaria del CNA se sirve para las intervenciones de tecnología punta para optimizar la precisión de la localización del foco epiléptico. Estudios de resonancia y PET de alta resolución, estudios complejos de monitorización neurofisiológica intraoperatoria, neuronavegación intraoperatoria y, en aquellos casos que lo precisen, la implantación de electrodos profundos cerebrales que, con precisión de menos de un milímetro, identifican la zona de inicio de las crisis.
Dentro de esta cadena de intervenciones se han realizado tres hemisferectomías funcionales que consisten en desconectar medio hemisferio cerebral del otro medio sano, cinco cirugías de displasias corticales, una callosotomía y una cirugía de malformación vascular y epilepsia.
De esta manera, con la selección del paciente tras el correcto diagnóstico pre-quirúrgico, el éxito de este tipo de cirugía además del control de las crisis, debe considerar el impacto que este control provoca en la calidad de vida del paciente y de su familia, ya que en los niños «El tratamiento quirúrgico precoz de la epilepsia además de controlar las crisis mejora el desarrollo psicológico, lingüístico, cognitivo y motor, reduciendo la mortalidad en este grupo de edad», según estos especialistas.
Una hazaña, realizada por los expertos del Centro de Neurología Avanzada, en donde «Todos los niños han sido alta sin crisis, lo cual augura un buen pronóstico y éxito quirúrgico tras un duro trabajo en estas dos semanas de todo el equipo», ha apuntado Uranga.
Este tipo de cirugías en cadena están planificadas dentro del programa de intervenciones quirúrgicas anuales de este centro para optimizar la formación de sus equipos. No en vano, el Centro de Neurología Avanzada (CNA) es ya todo un referente en neurocirugía de España y cuenta en su sede central de Sevilla con más de 900 metros cuadrados, convirtiéndose en el mayor centro neurológico extrahospitalario del país, y que junto con las sedes satélites (CNA) en Huelva, Chiclana de la Frontera y Málaga, realizan más de 18.000 consultas al año con un seguimiento personalizado y continuado al servicio del paciente.