El BID elegirá nuevo presidente este fin de semana con el candidato de Trump como favorito
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elegirá de forma telemática durante este fin de semana a su próximo presidente, que sustituirá a Luis Alberto Moreno a partir del próximo 30 de septiembre.
El periodo de postulación de candidatos concluyó el jueves y la asamblea de gobernadores recibió de los Estados Unidos, El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay la propuesta de un solo candidato, Mauricio Claver-Carone, actualmente director de asuntos del hemisferio occidental en el Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos y el que sería el nuevo presidente si se cumplen los pronósticos.
En caso de que esta candidatura se materialice, se trataría de la primera vez en la historia que un presidente no procedente de América Latina gobierna la institución.
Además, todo parece más claro ante la retirada del candidato argentino, Gustavo Béliz, que era la opción alternativa ante la postura norteamericana.
En un intento de Argentina para bloquear la elección de Estados Unidos, ha anunciado que se abstendrá en la votación de este fin de semana.
«Dejamos asentada nuestra coincidencia con las múltiples y respetadas voces de las más variadas procedencias políticas, académicas, sociales e ideológicas, que han expresado la inconveniencia para América Latina y el Caribe de vulnerar una tradición de gobernanza regional de una institución se ha mantenido durante sus más de 60 años de existencia», indicaba el Gobierno argentino en un comunicado.
Según Claver-Carone, hasta 17 países apoyarían su candidatura. Entre ellos estarían posturas relevantes como la de Estados Unidos, que cuenta con el 30% de los votos, Brasil (11,3%) o Colombia (3,1%). «Estamos ganando 17-4, si uno gana 17-4 va bien», destacó el hombre de confianza de Donald Trump.
POLÉMICA ELECCIÓN
Su posible nombramiento provocó el desacuerdo de varios países de la región, entre los que se encuentra México, Argentina, Costa Rica o Chile, además de la Comisión Europea, ante la llegada del primer presidente estadounidense en la institución.
Además, el grupo de países esgrimía que la pandemia de coronavirus ha impedido realizar las conversaciones sobre la elección de manera presencial.
«Hacienda coincide en posponer la elección de presidente de este organismo hasta que haya condiciones para ello, sobre todo para dialogar y definir el papel que tiene esta institución ante los desafíos sociales y económicos que plantea la coyuntura del Covid 19», destacaba la secretaría de México en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand, señaló que «bajo ninguna circunstancia es razonable tensionar la gestión que tiene que hacer el banco en la región con motivo del recambio de autoridades».
«Desde su origen el BID ha funcionado con una lógica de un presidente latinoamericano y un vicepresidente estadounidense y no vemos razón para cambiar», apostilló el ministro.
De su lado, la expresidenta de Costa Rica y representante del país para presidir el organismo, Laura Chinchilla, anunció su decisión de retirar su candidatura en el proceso ante la posible elección de Claver-Carone.
La expresidenta explicaba que la elección del abogado de formación supondría una señal «en extremo preocupante» para la gobernanza que debe regir en dicha institución, puesto que, según Chinchilla, está obligada a apegarse «estrictamente a las normas escritas y a generar certidumbre, confianza mutua y previsibilidad en sus actuaciones».
«INTENTO DE SECUESTRAR» LAS ELECCIONES
En este contexto, Claver-Carone denunció un «intento de secuestrar» las elecciones liderado por Argentina, lo que sería enfrentado por Estados Unidos «muy profundamente», advirtió.
«Cualquier intento de secuestrar con una minoría de países una elección, a pesar de un reglamento muy claro que se llevó a cabo el 9 de junio, sería no solamente no democrático, sino también un esfuerzo que los Estados Unidos van a retar muy profundamente», señaló durante una rueda de prensa.
Por su parte, el candidato aseguró que el país norteamericano no tenía «ninguna intención imperialista» hacia la región latinoamericana. «Estados Unidos no tiene ninguna intención imperialista hacia el hemisferio occidental (…) somos todos americanos o no lo somos», agregó.