El BCE rechaza «competencia hacia adelante» en salarios para evitar mayor endurecimiento monetario
Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha advertido contra intentar perseguir una «competencia hacia adelante» en salarios, precios o márgenes porque habría que aplicar políticas monetarias más restrictivas de lo inicialmente previsto, ha afirmado en la presentación este viernes del número extraordinario de la revista Economistas «España 2022. Un Balance».
«Tenemos que aceptar que ha habido un empobrecimiento como consecuencia de lo ocurrido con la evolución de los precios de la energía», ha afirmado.
De Guindos ha asegurado que la política fiscal y las ayudas por la crisis energética dentro de la UE contuvieron la inflación en un punto. Además, también ha aprovechado para recordar que el sistema bancario europeo es sólido, y que la política monetaria continuará orientada a reducir la inflación para mantener la confianza y credibilidad del BCE.
«Nosotros, lo peor que nos puede ocurrir es que […] tanto la inflación general como la subyacente sea más pegajosa», ha dicho para resaltar que «la preocupación por la inflación va a pasar de los precios de la energía, cuellos de botella y restricciones de oferta, hacia cómo los gobiernos van retirando las medidas de apoyo fiscal que se produjeron al inicio del shock energético y la evolución de los salarios y posibles efectos de segunda ronda».
En línea con lo ya afirmado esta mañana sobre aquellos que especulan sobre los tipos de interés, ha advertido de que no debe «creerse a nadie que diga cuál será el tipo terminal». «Los mercados también se equivocan, lo que pasa es que reaccionan rápido», ha ejemplificado.
El vicepresidente del BCE ha reclamado «completar» la unión bancaria, implantar la unión de mercados de capitales y un fondo de garantías de depósitos único para la UE.
RADIOGRAFÍA DE 2022
De Guindos ha sostenido que 2022 fue «un buen año» desde el punto de vista económico para la zona euro, pero que «fue de más a menos, siendo la segunda parte del año prácticamente cero». No obstante, ha afirmado que ha tuvo una evolución similar a la del resto de la economía mundial, y ha señalado a la guerra de Ucrania como cambio de paradigma.
«Hay muchos economistas que no se han educado en un contexto de inflación elevada», en referencia al alza de precios vivida tras la reactivación económica postcovid y exacerbada por la invasión rusa. Si bien, el empleo tuvo «un buen comportamiento».
Respecto a las subida de tipos, De Guindos ha destacado que supusieron «un endurecimiento muy claro» de las condiciones de financiación y que estas cristalizaron en una caída «muy intensa» en la demanda de crédito por parte de empresas y de familias.
«La concatenación de shocks que hemos sufrido en los últimos tres años, desde la pandemia, prácticamente no tiene precedente», ha resumido De Guindos.