El barómetro de family offices de Julius Baer apunta a inestabilidad geopolítica y activos reales
El barómetro anual de las family offices (plataforma financiera que nace con el objetivo de preservar la riqueza en una familia) elaborado por Julius Baer ha detectado que la principal preocupación de las familias de grandes patrimonios consiste en proteger los activos frente a la inestabilidad geopolítica.
Asimismo, el informe, que ha contado con la colaboración con PwC Switzerland, ha reseñado el interés de estas familias sobre inversiones inmobiliarias y la inversión privada, ambos «activos reales» que permiten tener un cierto grado de protección frente a la erosión del poder adquisitivo en un mundo de altas tasas de inflación.
Los expertos que firman el estudio han señalado que estos activos reales cayeron en 2022 junto con las acciones y los bonos que cotizan en bolsa, pero que de esta «nube oscura» también surge ahora un lado positivos, y es que sus valoraciones están ahora en «niveles más atractivos».
En este contexto de difícil navegación, el director del servicio de family offices de Julius Baer recomienda como claves a seguir la aceptación de la complejidad de la situación e involucrar a los expertos.
Por otra parte, la responsable de planificación patrimonial para el mercado ibérico de Julius Baer, Ana Queipo de Llano, ha apuntado que, en particular, a las familias españolas de alto patrimonio les resulta cada vez más importante contar con asesores expertos y de confianza que les ayuden a organizar su patrimonio desde una perspectiva global y no solo focalizada en España.
Todo ello como consecuencia, según Queipo de Llano, de los «frecuentes cambios legislativos y de normas fiscales a nivel internacional y en España».
De su lado, el barómetro también ha hecho hincapié en la llegada de las nuevas generaciones a las empresas familiares y ha analizado estos nuevos perfiles teniendo en cuenta su atracción por el riesgo o lo que buscan en los asesores financieros.
Sobre este apartado, Queipo de Llano ha constatado que las nuevas generaciones se involucran cada vez a una edad más temprana en la gestión del patrimonio familiar; están dispuestos a asumir antes más responsabilidades y quieren dejar su huella personal.
La ejecutiva ha aducido que esta tendencia se está traduciendo en que las family office españolas están priorizando los planes de sucesión y de preservación del patrimonio para adaptarse a las nuevas estructuras familiares.