El Banco Mundial rebaja al 1,6% su previsión de crecimiento del PIB de América Latina en 2024
El Banco Mundial ha recortado notablemente sus previsiones de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina en siete décimas, al 1,6% desde el 2,3% que proyectaba hace unos seis meses.
Asimismo, de cara a 2025 y 2026, el organismo proyecta que la economía latinoamericana tendrá un mejor comportamiento y crecerá un 2,7% y un 2,6%, respectivamente.
Entre los factores que impulsan estas cifras de crecimiento se encuentran los bajos niveles de inversión y consumo interno, los elevados tipos de interés y los altos déficits fiscales. Asimismo, la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las perspectivas de socios importantes como Estados, China o Europa también explican estas estimaciones.
Estas tasas son las más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo, «e insuficientes para impulsar la prosperidad», según ha explicado este miércoles el organismo internacional.
«El bajo crecimiento persistente es un obstáculo para el desarrollo. Se traduce en una reducción de los servicios públicos, menos oportunidades de empleo, salarios deprimidos y mayor pobreza y desigualdad. Cuando las economías se estancan, el potencial de su población se ve limitado», ha afirmado el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, Vicepresidente .
Un escenario mundial adverso, marcado por las tensiones geopolíticas, las interrupciones de los envíos a través del Canal de Suez y el fenómeno de El Niño, podría empañar aún más las perspectivas.
CAÍDA DE LA INFLACIÓN
Por el lado positivo, América Latina ha experimentado una notable caída de la inflación. Excluidos Argentina y Venezuela, esta se sitúa en el 3,5%, frente al 5,7% de los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos).
En la mayor parte de la región, las expectativas inflacionistas siguen ancladas y se espera que los objetivos de los bancos centrales se alcancen en 2024.
Para reactivar las economías, el Banco Mundial ha señalado que la región debe abordar retos y reformas estructurales y fundamentales en materia de infraestructuras, educación y comercio, entre otros, de cara a mejorar su productividad e integración global.
«A medida que el choque pandémico retrocede, las tasas de crecimiento reflejan las de la década de 2010. Esto demuestra que la región no ha abordado los obstáculos persistentes que bloquean su potencial», ha expresado el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, William Maloney.
En caso de no abordar «seriamente» estas brechas con una agenda que impulse el crecimiento, la región permanecerá estancada y no podrá atraer inversiones ni aprovechar nuevas oportunidades, como la deslocalización o la economía baja en carbono, según ha alertado el Banco Mundial