El Banco de España y CECA justifican el ajuste de costes para garantizar la supervivencia de la banca
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José María Méndez, han coincidido en que la baja rentabilidad del sector bancario español es un problema que debe atajarse mediante la reducción de costes para garantizar la supervivencia del sector.
Así lo ha indicado en el encuentro virtual Los nuevos desafíos de la banca tras la pandemia , organizado por Diario Sur, tras ser preguntados por los recientes procesos de ajuste de oficinas y empleo de las entidades españolas.
La subgobernadora ha señalado que el proceso de transformación de la banca, derivado de la entrada de nuevos competidores o de las nuevas tendencias de los consumidores, se ha acelerado y las entidades deben repensar su modelo de negocio, en un escenario en el que la principal preocupación es «la rentabilidad y sostenibilidad del sector», que requiere de una serie de actuaciones.
«La rentabilidad es un problema y desgraciadamente las palancas con las que cuenta la banca para seguir sobreviviendo es la reducción de costes. Eso, unido a la digitalización y los cambios en el consumo y en la forma de operar es la tormenta perfecta», ha explicado.
De su lado, el director general de CECA ha destacado que el sistema financiero debe ser eficiente para mantener el flujo a la economía real, lo que lleva a la concentración bancaria y a las duplicidades en la red de oficinas y en servicios centrales, en un escenario en el que todavía España supera a sus homólogos europeos en cuanto a número de oficinas bancarias por habitante.
«Es necesario ajustar esa red de oficinas a la situación. Lo que se puede hacer es tratar de hacer los procesos de forma dialogada y lo mejor posible con los representantes de los trabajadores», ha señalado Méndez.
En cualquier caso, tanto la subgobernadora del Banco de España como el director general de CECA han indicado las fusiones son solo «una palanca más» para ganar eficiencia y reducir costes, mientras que las entidades deben acometer grandes inversiones en tecnología.
«Deben invertir con cabeza y con criterios de sostenibilidad en medio y largo plazo. Aquí no hace falta ser puntero, te puedes copiar de lo que hacen otros. En el mundo hay unos bancos que son los líderes y van abriendo brecha y otros intermedios que son seguidores de todo lo que se está probando en el mundo», ha explicado la subgobernadora.
Por su parte, José María Méndez ha abogado por explotar la búsqueda de alianzas multientidad para reducir costes, en ámbitos que no son negocios core de las entidades, y ha aprovechado para recalcar que la entrada de nuevos competidores digitales y de otros jugadores que ya existían pero que han cobrado mayor protagonismo con la pandemia abren el debate sobre la regulación.
Por un lado, Méndez y Delgado han defendido que una misma actividad, con similares riesgos, debe contar con la misma regulación, independientemente del tipo de entidad que la ejerza.
Además, la subgobernadora se ha referido a los impedimentos regulatorios que a nivel europeo impiden una mayor consolidación transfronteriza, como consecuencia de no tener una verdadera Unión Bancaria.
En este sentido, ha destacado que no existe una normativa homogeneizada en cuanto a insolvencias bancarias. «En España no tenemos una ley de insolvencias bancarias, desgraciadamente va a procedimiento concursal general, y deberíamos tenerla. Estamos hablando con el Tesoro y Justicia para sacar adelante una ley», ha avanzado.
SEGUIMIENTO DEL CRÉDITO Y COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
En otro orden de cosas, la subgobernadora ha resaltado la necesidad de que los bancos hagan un seguimiento constante de la evolución del riesgo del crédito, no solo el concedido antes del Covid-19 sino durante la pandemia.
«Los supervisores, lo que estamos constantemente remarcándoles, es que utilicen todo tipo de alertas tempranas, que gestionen potenciales impagos incluso antes de que se produzcan cuando tengan algún indicio de que algo va mal. Si eso lo hacen adecuadamente, creo que conseguiremos que el impacto en el tejido productivo sea mínimo, que no haya restricción del crédito y que los bancos sean capaces de mantener su solvencia como han hecho hasta ahora», ha asegurado.
Asimismo, la subgobernadora ha recordado que la crisis es heterogénea por sectores y empresas y dejará «secuelas». «Habrá heridas y cicatrices y la banca tendrá que gestionar ese riesgo de crédito a través de su capacidad de gestión, distinguiendo qué empresas van a ser más o menos viables, cuáles van a ser solventes, y hay una parte de la economía que no va a recuperar el nivel de actividad anterior a la crisis», ha apuntado.
De su lado, el director general de CECA ha destacado que la colaboración público-privada debe llevarse al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el que la banca debe jugar un importante papel por su capilaridad, experiencia en el análisis de proyectos o capacidad para adelantar y complementar fondos. «Estamos teniendo ahora reuniones con el Ministerio para ver cómo articulamos esto», ha avanzado Méndez.