El Banco de España advierte de que la incertidumbre en Cataluña «podría afectar a su normalización económica»
El Banco de España ha advertido en relación con las tensiones políticas en Cataluña de que «la incertidumbre que persiste sobre el devenir de la actual legislatura», tras las elecciones autonómicas de diciembre pasado, «podría afectar al proceso de normalización de la situación económica» en esta comunidad autónoma.
En su boletín anual, la institución señala que la situación política en Cataluña continúa constituyendo «uno de los principales elementos de riesgo doméstico para la evolución futura de la economía española en su conjunto» y de esa región en particular, si bien la escalada de tensiones que alcanzó su cima con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y los sucesos posteriores, tendieron a remitir desde noviembre.
En este contexto, revela que los indicadores económicos de los últimos meses del pasado año y de la primera parte de 2018 reflejan que la economía catalana se habría desacelerado «en mayor medida» que el resto de las comunidades autónomas de mayor tamaño, frente al mayor dinamismo registrado en la primera parte de 2017.
Según el Banco de España, este peor desempeño relativo se ha reflejado, principalmente, en un conjunto de indicadores relativos a las decisiones de empleo de las empresas -afiliaciones a la Seguridad Social-, el consumo de las familias -índices de comercio al por menor-, el turismo -pernoctaciones hoteleras de no residentes-, la inversión residencial -compraventa de viviendas- o la inversión empresarial.
De su lado, los mercados financieros muestran una «normalización» tras el aumento de la volatilidad en los mercados bursátiles en octubre y de un comportamiento más desfavorable de la Bolsa española que el registrado por el Eurostoxx, en particular debido a la evolución negativa de las cotizaciones bancarias y, especialmente, la de las entidades que tenían entonces su sede en Cataluña, en alusión a CaixaBank y Sabadell.
Aunque reconoce que no resulta fácil determinar en qué medida el comportamiento más desfavorable observado en los indicadores económicos de esta comunidad autónoma se encuentra vinculado a la situación política, señala que el clima de incertidumbre es el principal factor, en la medida en que esté influyendo en la confianza de los agentes y, por tanto, en sus decisiones de gasto y condiciones de financiación.
En este sentido, explica que el aumento significativo en los indicadores de incertidumbre económica registrado en octubre tuvo un carácter «transitorio», al registrarse una cierta normalización en los meses posteriores, hacia valores en línea con los observados en los meses previos a los del episodio de mayor tensión política de finales de 2017.
Así, la evolución de los indicadores se encuentra «en línea» con el escenario hipotético más benigno de los simulados en el informe de Estabilidad Financiera de la entidad publicado el 11 de noviembre de 2017.
En dicho informe se proporcionaron varios escenarios hipotéticos. En uno primero se asumía un aumento transitorio y acotado de la incertidumbre que produciría una pérdida acumulada de PIB hasta finales de 2019 de unas tres décimas, y otro escenario más severo y prolongado, con una pérdida de output sustancialmente mayor.
En cualquier caso, el Banco de España indica que a corto y medio plazo la incidencia final de este elemento de riesgo sobre el conjunto de la economía española dependerá de la magnitud y de la persistencia que acabe teniendo este episodio de incertidumbre política.
Así, el alivio del grado de tensión en Cataluña podría conducir a un escenario de mayor crecimiento del producto. Por el contrario, advierte de que un rebrote de las tensiones podría «incidir negativamente» en la confianza de los agentes y en la actividad.
«En este sentido, la incertidumbre que persiste sobre el devenir de la actual legislatura, tras las elecciones autonómicas de diciembre pasado, podría afectar al proceso de normalización de la situación económica en Cataluña», concluye.