El Banco Central de Brasil niega que el sector financiero gane con los tipos de interés altos
El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, ha negado que las entidades bancarias se beneficien con las subidas de los tipos de interés, y ha asegurado que pierden en un escenario de política monetaria contractiva.
Estas declaraciones han servido como respuesta a algunas de las habituales críticas que han proferido desde el Gobierno de Brasil, presidido por Lula da Silva, al señalar que solo los más ricos ganan.
«Cuando se suben los tipos de interés, los bancos pierden, no ganan. Eso idea es propia del pasado», ha manifestado Neto durante su comparecencia este martes en la Comisión de Asuntos Económicos del Senado del Brasil para explicar los motivos por los que la tasa de interés en el país continúa en el 13,75% desde octubre de 2022.
Sobre esta cuestión, el presidente del organismo ha vuelto a resaltar el carácter técnico del banco central y ha lamentado que se gasta «mucho tiempo» en discutir cada una de las palabras utilizadas por la entidad en sus distintos canales de información. Precisamente, según Neto, la comunicación es «igual de importante» en el contexto actual que las decisiones que se toman, ya que guían las expectativas de inflación.
Este debate ya ha sido tratado en público por Neto en varias ocasiones en las últimas semanas, puesto que se ha visto obligado a defender que la entidad toma decisiones basadas en criterios «técnicos y transparentes» y sus tiempos de actuación son distintos a los de la política, para defenderse así de las críticas.
En relación a las expectativas, el banco central ha apreciado un empeoramiento a corto plazo desde noviembre, por lo que no hay variaciones mejores que permitan reducir los tipos de interés. «Este movimiento debe hacerse en el tiempo correcto y con la credibilidad correcta, para que la inflación no se resista a caer y se pierda la convergencia a la meta», ha explicado.
Al igual que hizo la semana pasada, Neto ha vuelto a poner el foco en la agenda social del banco, destacando que las personas más vulnerables son las que más sufren la inflación, por lo que es importante que el proceso tenga «el menor coste posible» para la sociedad. Además, esta reducción debe hacerse de forma «suave».