El autor confeso del crimen machista de Laredo: «Estaba ido y perdí completamente la cabeza»
El autor confeso del crimen machista ocurrido en enero de 2019 Laredo, el primero del año en España, ha manifestado que la noche en la que sucedieron los hechos «estaba ido» y perdió «el control» y «la cabeza».
«No estaba en ese momento en mis cabales» y «perdí completamente la cabeza», ha manifestado el acusado de matar a puñaladas a su pareja durante el juicio contra él, que se celebra con jurado esta semana en la Audiencia Provincial de Cantabria y en el que se enfrenta a 28 años de cárcel que pide el fiscal.
El procesado -de 29 años y natural de Ecuador- ha relatado lo ocurrido la madrugada del 3 de enero en el piso de la víctima, que era de la República Dominicana y tenía entonces 26. Ambos habían coincidido esa noche en el bar de la localidad en la que trabajaban, después de haber dejado la relación que mantenían desde hacía unos dos años y que él ha calificado de «tóxica».
Según ha explicado a preguntas de su abogado, tras ese encuentro y cuando ella se fue a casa, se dirigió también al domicilio de su hasta entonces compañera sentimental a recoger unas pertenencias suyas, provisto de un cuchillo que cogió en la cocina del local, y que fue «la peor idea de todas», «la peor elección».
«Sabía que no era algo correcto llevar un arma porque posiblemente podía acabar mal», se ha justificado el responsable de este delito de violencia de género, que se entregó después de asestar una veintena de puñaladas a la chica, con ese cuchillo y otro que había en la vivienda donde sucedió todo.
«No era cien por cien consciente en ese momento», ha aseverado el implicado, que ha arrancado su declaración dando «de corazón» el pésame a la familia de la fallecida: «Lo siento por lo que he hecho», ha expresado, antes de añadir, en otro momento de su testimonio, que se ha «jodido la vida haciendo eso», algo que a día de hoy -ha dicho- no se explica.
En la sesión también han declarado ocho testigos, entre ellas las dos presenciales de los hechos: las compañeras de piso de la víctima que intentaron en vano frenar la agresión, así como familiares de ella, amigos de ambos y los dueños del bar donde trabajaban.
(Habrá ampliación)