El adelanto de las elecciones acelera la disolución del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso
También se marcha el único senador de Ciudadanos, que ya se posicionó en contra de la nueva Ejecutiva naranja
El adelanto de las elecciones generales al 23 de julio anunciado este lunes por el presidente, Pedro Sánchez, en plena resaca de las elecciones municipales y autonómicas del 28M, ha precipitado la desintegración del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, que llevaba meses sumido en tensiones internas y la mayoría de cuyos integrantes ya tenían previsto volver a su actividad privada.
Las tiranteces se remontan al proceso de refundación y se agravaron con las primarias para liderar la formación que enfrentó al portavoz adjunto, Edmundo Bal, con la lista amadrinada por Inés Arrimadas, hasta entonces presidenta del partido.
Con Bal se alinearon las diputadas Sara Giménez y Mari Carmen Martínez Granados como vicesecretaria general y coordinadora nacional, respectivamente, y su lista recibió el apoyo del resto del grupo salvo Arrimadas y Guillermo Díaz, que se decantaron por la candidatura de Patricia Guasp y Adrián Vázquez, que resultó ganadora.
DESCONTENTOS CON LA REFUNDACIÓN
La pugna dejó el grupo parlamentario partido y la nueva dirección nombró a Guillermo Díaz coordinador y escudero de Arrimadas, situándolo por encima de Edmundo Bal. Los derrotados evidenciaron a Europa Press su pesimismo ante las elecciones de mayo y en privado no ocultaban su malestar con la marcha del partido. De hecho, varios de ellos ya adelantaron su intención de dejar la política al disolverse las Cortes y volver a sus actividades profesionales.
Una de las más críticas con el proceso de refundación fue la portavoz económica de CS, María Muñoz, que en su día se excluyó de las listas de las primarias y puso fecha de caducidad a su actividad política.
«Me comprometí a estar hasta el 28M por lealtad con mis compañeros y con aquellos que confiaron en mí. Las historias empiezan y acaban. Ha sido un orgullo, una gran responsabilidad y un placer», se ha despedido este lunes desde su cuenta en la red social Twitter, tras la debacle de Ciudadanos en la jornada electoral del domingo.
El propio Bal también adelantó que abandonaría la política al acabar la legislatura para regresar a su puesto en la Abogacía del Estado, descartando por tanto presentarse a las primarias que, en teoría, tienen que decidir el candidato naranja en las próximas elecciones generales, si deciden concurrir finalmente.
Las despedidas se van acelerar con la disolución de las Cortes, ya que desde este martes, cuando se haga oficial la disolución del Congreso, cinco de los nueve integrantes del grupo de Ciudadanos, todos ellos de los críticos, dejarán de ser diputados.
SÓLO VAN A QUEDAR CUATRO HASTA JULIO
Sólo pueden seguir en la Cámara los cuatro que forman parte de la Diputación Permanente, el único órgano que seguirá activo. Se trata de Inés Arrimadas y Edmundo Bal, que son los dos titulares, y Guillermo Díaz y José María Espejo-Saavedra, que figuran como suplentes. Los demás tienen ya vía libre para adelantar sus planes de regreso a sus puestos de trabajo anteriores.
La disolución de las Cortes también afecta al único senador con el que cuenta Ciudadanos, Miguel Sánchez, integrado en el grupo parlamentario Democrático, junto a Teruel Existe y el Partido Regionalista de Cantabria.
Sánchez formaba parte de la candidatura de Bal para dirigir el partido. Tras la refundación, criticó la presencia de Begoña Villacís e Inés Arrimadas en la manifestación contra Sánchez de mediados de enero, tras lo que anunció que dejaría Ciudadanos, aunque no puso fecha.