El 75% de las empresas aboga por una reforma fiscal que reduzca los costes de contratación, según la Cámara
El 83% de las empresas españolas consideran necesaria una reforma fiscal empresarial y un 74,4% cree que debería orientarse hacia la reducción de los costes de contratación, según datos del Observatorio de la Competitividad Empresarial de la Cámara de Comercio de España.
Las otras prioridades para las empresas de cara a una futura reforma fiscal son: conseguir una mayor progresividad (58%), combatir el fraude fiscal (46,7%), simplificar el procedimiento tributario (36,4%) e incentivar conductas sostenibles (19%). Son percepciones que se dan independientemente del tamaño de la empresa y sector de actividad.
Respecto a la figura tributaria con mayor impacto en los costes empresariales, el 83,6% de las empresas españolas consideran que son las cotizaciones sociales, sobre todo en el caso de las empresas de construcción e industriales.
El 58,7% de las empresas creen que es el IVA, sobre todo en el caso de las empresas dedicadas al comercio, mientras que el 41,8% de las empresas españolas piensan que es el Impuesto de Sociedades, mayormente señalado por las empresas industriales.
Respecto al tamaño de las empresas, las cotizaciones sociales y el Impuesto de Sociedades tiene mayor impacto en las empresas de 10 empleados o más, mientras que el IVA impacta más en las de menos de 10 empleados.
TRES DE CADA CUATRO EMPRESAS CONSIDERA QUE HA SUBIDO LA PRESIÓN FISCAL
Del estudio también se desprende que el 75% de las compañías considera que la presión fiscal que soportan actualmente es superior ahora que hace cinco años. Esta visión es común en todos los sectores de actividad y no difiere en función del tamaño de la empresa.
Además, el tejido empresarial español ha manifestado que un incremento de la presión fiscal tendría consecuencias directas sobre el empleo, seguida de los márgenes empresariales y la inversión. Para el 85% de las empresas el impacto sobre el empleo sería negativo o muy negativo.
En sentido contrario, más del 50% de las empresas cree que un incremento de la presión fiscal no tendrá repercusión en los precios, o de hacerlo sería poco relevante.