El 73% de los jóvenes cántabros cree que encontrará trabajo en menos de un año tras acabar sus estudios
El 75,6% cambiarían de país para trabajar, aunque esta tendencia desciende
El 73,1% de los jóvenes cántabros cree que conseguirá trabajo en menos de un año tras finalizar sus estudios, y el 82,2% considera que tendrá un empleo mejor que el de sus padres, según se desprende del IX Informe Young Business Talents , sobre las actitudes y tendencias de los jóvenes preuniversitarios españoles, realizado por ABANCA, ESIC, Herbalife y Praxis MMT.
El estudio, realizado a preuniversitarios que cursan 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato y los ciclos básico, medio y superior de Formación Profesional, refleja que la generación Z se muestra optimista en cuanto al empleo juvenil, y un 41,1% cree que la situación del mercado laboral será mejor o mucho mejor en los próximos cinco años.
No obstante, el 75,6% de los cántabros cambiarían de país para trabajar, un dato ligeramente superior al de la media nacional (74,5%). Eso sí, esta tendencia ha ido disminuyendo a lo largo de los años y cada vez el porcentaje es menor, pues en el informe de 2022 era del 76,7% y en 2021 alcanzó la mayor cifra con un 82,6%.
Además, el 62,4% piensa que su generación está mejor preparada que la de sus padres, frente al 60,1% a nivel nacional. Sin embargo, la brecha generacional cada vez es menor, ya que ha experimentado una caída de más de 20 puntos en España respecto a informes anteriores (en el año 2018, el porcentaje era del 83,3%).
La nota más negativa gira en torno al emprendimiento, ya que, si bien el 38,1% de los jóvenes cántabros quiere ser emprendedor, el 88,8% ven difícil o muy difícil que una empresa recién creada alcance el éxito.
Para los cántabros de la generación Z, los factores que consideran más importantes a la hora de poder encontrar empleo son el interés y las ganas de trabajar (57,9%), los conocimientos (48,7%), tener un buen nivel de idiomas (47,2%) y tener experiencia (45,2%).
Un 66% de los encuestados tienen claro que quieren estudiar una carrera universitaria, y que mayor interés les despiertan son Empresas y Economía (37,9%), Marketing/Publicidad (20,7%), Ingeniería, Medicina y Salud (ambas con un 14,5%) y, por último, Deportes, Psicología y Sociología (13,1%).
Además, el 74,1% de los jóvenes cántabros de las edades analizadas opina que lo que están estudiando actualmente les servirá para su carrera profesional, una tendencia al alza que comenzó el año pasado.
Respecto a la actividad profesional que les gustaría ejercer en el futuro, el 38,1% quiere ser emprendedor, creando su propia empresa o siendo autónomo; el 36,5% se muestra indeciso y aún no lo sabe; y los que quieren ser funcionarios o empleados en una empresa son en ambos casos el 12,7%.
El director de Young Business Talents, Nuño Nogués, ha destacado que «en nuestro país falta cultura empresarial. No es un problema de los jóvenes, es un problema de lo que ven y les enseña la sociedad».
«Los jóvenes españoles tienen menos interés en crear su propia empresa» y en su opinión es «posiblemente porque ven menos oportunidades, ya que en España el empresario está peor valorado que en otros países», a lo que se suman las «trabas innumerables» a las que se enfrenta un emprendedor en España.
ESTAR INFORMADOS
Por otro lado, el 97% de los jóvenes cántabros ven importante estar informado de la actualidad de cara a su formación, y a la hora de documentarse para hacer un trabajo. Casi la totalidad de los preuniversitarios (85,3%) busca en internet y compara diferentes fuentes, el 4,1% busca en fuentes ajenas a internet y un 3% copia lo primero que encuentra sin contrastar la información.
Asimismo, al ser preguntados por las fuentes que utilizan para estar informados, el 61,4% de los cántabros se inclina por las redes sociales, frente al 35,5% que elige los medios tradicionales como el periódico, medios digitales, radio o televisión; y un 3% declara que no le interesa la actualidad.
A pesar de que la generación Z está continuamente conectada, «posiblemente estén más desinformados. Internet y las redes sociales ofrecen mucha más información que los medios tradicionales y eso es positivo. Sin embargo, esta información en ocasiones es menos relevante y está más sesgada, lo que hace que sea menos útil y pueda provocar desinformación», concluye Nogués.