El 63% de las empresas se enfrenta a altos niveles de disrupción, según Accenture
BARCELONA, 26
El 63% de las empresas se enfrenta a altos niveles de disrupción en su sector, según recoge un estudio elaborado por la consultora tecnológica Accenture, que remarca que las compañías más afectadas son las de sectores como la energía, el transporte o la tecnología de consumo.
El nuevo «Índice de la Disrupción» elaborado por Accenture tras analizar más de 3.600 compañías de 82 países con unos ingresos anuales superiores a 100 millones de dólares (81 millones de euros) también apunta que el 44% de las empresas muestran «una alta posibilidad de experimentar disrupción en el futuro».
En concreto, apunta que los sectores de tecnología de consumo, energía, recursos naturales y transporte son los que mayor nivel de disrupción están experimentando ahora y lo seguirán haciendo en el futuro, mientras que los de distribución y venta automovilística, bebidas alcohólicas y químico son los menos expuestos a la disrupción.
La firma incide en que la disrupción es ya una realidad para la mayoría de las grandes compañías globales, aunque subraya que en vez de ser un hecho aleatorio fuera del control de los directivos, tiene un patrón que se puede identificar, comprender y preparar.
«La disrupción es continua e inevitable, pero también predecible. Los directivos necesitan conocer dónde están posicionadas sus compañías y la velocidad de cambio previsible. Cuanto más claro vean lo que está cambiando a su alrededor, mejor podrán predecir e identificar oportunidades para crear valor desde la innovación para sus compañías y, por lo tanto, rotar hacia lo nuevo», ha incidido el director de Estrategia de Accenture, Omar Abbosh.
Accenture ha dividido la disrupción en cuatro etapas, la primera de las cuales ha denominado «durabilidad» y en la que la disrupción es evidente, pero no es una amenaza para la supervivencia. En la segunda, la «vulnerabilidad», el nivel de disrupción es moderado, pero las compañías son susceptibles de experimentar una disrupción a futuro provocada por situaciones de productividad estructural, tales como los altos costes de producción.
La tercera etapa es la «volatilidad», en la que hay prominencia de disrupción violenta y repentina, y las fortalezas tradicionales se convierten en debilidades. La última es la «viabilidad» y en ella la disrupción es una constante y las fuentes de ventaja competitiva a menudo son efímeras, ya que constantemente surgen nuevos disruptores.
De las empresas analizadas, un 19% está en la primera etapa y otro 19% en la segunda, mientras que en la tercera hay un 25% y en la cuarta un 37%. «Para no limitarse a sobrevivir a la disrupción, sino también para prosperar en ella, es necesario que las compañías se transformen y hagan crecer sus core businesses a la vez que innovan para crear y escalar nuevos modelos de negocio», ha afirmado el director ejecutivo de Accenture Digital, Mike Sutcliff.