El 61% de los conductores repostan en gasolineras de bajo coste, tendencia que aumenta por la inflación

Casi un 40% han valorado la opción de usar el transporte público ante el encarecimiento de los combustibles, según una encuesta de Plenoil

Seis de cada diez conductores en España suelen repostar en estaciones de servicio de bajo coste y la mayoría de ellos eligen esta opción por el precio, una tendencia que se ha acentuado por la situación de inflación actual, según una encuesta realizada por Plenoil, compañía del sector de las estaciones de servicio automáticas.

El estudio Hábitos de consumo de combustible en España , elaborado por Sondea para Plenoil y en el que se ha preguntado a 2.000 personas de entre 18 y 65 años, muestra que el 61,04% suelen repostar en estaciones de servicio de bajo coste, frente a un 33,7% que son clientes habituales de las gasolineras tradicionales.

En estos porcentajes influye el actual contexto de aumento de precios, en particular de la energía, según Plenoil, ya que el 30,30% de los conductores que recurren a las gasolineras automáticas han comenzado a hacerlo recientemente con el fin de asumir el menor precio posible.

Siete de cada diez (69,60%) afirman que el precio del combustible es el factor principal que los lleva a elegir repostar en una gasolinera u otra, seguido de la ubicación (46,49%), los servicios disponibles más allá del repostaje del combustible (23,37%) y la atención al cliente (15,05%).

Los resultados de esta encuesta han sido presentados este jueves por el CEO de Plenoil, José Rodríguez de Arellano, en un encuentro informativo organizado por esta empresa y por Europa Press. Según ha explicado Rodríguez, la tendencia hacia unos precios elevados se va a mantener a medio y largo plazo y por ello cada vez son más los consumidores que se fijan en el precio a la hora de adquirir un producto.

CAUTIVOS EN EL USO DEL VEHÍCULO PRIVADO

En una mesa redonda posterior han participado la directora de Relaciones Institucionales de Free Now, Elia Ferrer, y Natalia Collado, economista e investigadora de EsadeEcPol especializada en Economía Industrial y Mercados Regulados.

Collado ha comentado que, con los productos energéticos, la demanda es poco elástica, y por eso el consumo de combustible no ha caído de forma significativa pese a que se hayan alcanzado precios de hasta dos euros el litro.

«En el corto plazo, todos los consumidores se encuentran cautivos en el vehículo ya que algunos no pueden cambiar al transporte público», ha explicado. Sin embargo, ha agregado que, si los precios siguen siendo elevados a largo plazo –algo que ve probable por los mayores costes que implica la transición hacia energías menos contaminantes–, podrían producirse cambios hacia otras alternativas de movilidad y de consumo.

Ferrer, por su parte, ha expuesto la visión de Free Now, a través de cuya app se pueden reservar taxis, coches compartidos, motos, bicis eléctricas y patinetes eléctricos. En concreto, se ha centrado en la problemática de los taxistas, ya que, como en este sector los precios los fija la Administración, no han podido trasladar al cliente la subida de los precios de la gasolina y el diésel y han tenido que asumirla ellos al cien por cien.

Según Ferrer, estos profesionales ven muy bien ayudas públicas como el descuento de 20 céntimos por litro de combustible o las ayudas directas de 300 euros, pero «para ellos es más importante que se les dé una bonificación al litro».

CALIDAD DEL COMBUSTIBLE

Aunque el elevado precio de la gasolina y del gasoil ha hecho que muchos conductores dejen de mirar con recelo las estaciones de servicio low-cost , hay un 66% que desconoce que la calidad del combustible es igual a la del combustible que ofrecen los establecimientos tradicionales, según el sondeo.

Solo el 33,51% de los encuestados opinan que es el mismo combustible, con la misma calidad, mientras que un 37,92% consideran que el de las gasolineras de bajo coste es de menor calidad y un 28,56% ignoran si hay diferencias o no.

De aquellos que creen que el combustible es de inferior calidad, el 45,95% afirman que lo único que cambian son los aditivos, frente a un 32,64% que creen que tanto el combustible como los aditivos son distintos y un 21,41% que desconocen la diferencia pero que siguen pensando que la calidad es inferior.

A este respecto, el CEO de Plenoil ha abogado por acabar con «el gran mito» de que el combustible de las gasolineras de bajo coste es de peor calidad. «Nuestro combustible es exactamente el mismo que el de las grandes cadenas de distribución», es «el mismo producto, con la misma calidad», ha subrayado.

Asimismo, ha destacado que cualquier instalación nueva «tiene estándares superiores», desde el punto de vista de seguridad y medioambiental, en comparación con gasolineras que fueron construidas hace cuarenta o cincuenta años, porque utilizan tecnología y métodos de control más modernos.

GASOLINERAS ABIERTAS LAS 24 HORAS Y EN ZONAS URBANAS

Además del precio, lo que más valoran los conductores de una gasolinera low-cost es que esté operativa las 24 horas del día, los 365 días del año (37,38%), pero también que disponga de varios surtidores para evitar largas esperas (27,52%). En este sentido, los encuestados agradecen que las estaciones de servicio sean automáticas para agilizar el proceso y que cuenten con personal que asiste en el repostaje.

En cuanto a la ubicación de las gasolineras, el estudio indica que solo un 12,03% de los conductores repostan habitualmente en carretera. La mayoría se decantan por estaciones de servicio situadas en zonas urbanas (37,43%), seguidas de aquellas que se encuentran en las inmediaciones de un pueblo o ciudad (29,75%) y en polígonos industriales (20,79%).

Rodríguez ha señalado que estas preferencias que manifiestan los usuarios sitúan a las gasolineras de bajo coste en una situación de ventaja, porque, aparte de tener precios más bajos, ofrecen «una buena calidad del producto», están abiertas 24 horas y todos los días del año y se ubican en zonas urbanas.

POCOS VEHÍCULOS HÍBRIDOS O ELÉCTRICOS

Casi todos los encuestados (99,41%) son conductores habituales de un vehículo de gasolina (45,84%) o diésel (45,50%), mientras que el 8,07% conducen ambos tipos. Sin embargo, tan solo el 0,59% de los conductores utilizan un vehículo híbrido o eléctrico; principalmente, mayores de 55 años con un poder adquisitivo alto.

Ante el encarecimiento de los combustibles, casi cuatro de cada diez conductores han valorado la opción de usar el transporte público u otras alternativas de movilidad. Esta tendencia es más notable entre mujeres y jóvenes de 18 a 35 años de clase socioeconómica baja, aunque también hay un 40,71% de personas con poder adquisitivo alto que se han planteado el cambio.

Del 60,79% de los encuestados que no han considerado otras alternativas de transporte, el 25,54% continuarán haciendo uso de su vehículo como hasta ahora, el 17,72% seguirán utilizándolo pero con menor frecuencia y el 17,52% restante emplearán su coche con normalidad, buscando siempre las opciones más económicas para ello.

Por último, la mayoría de los participantes en el sondeo apoyan el descuento temporal de 20 céntimos por litro implantado por el Gobierno para paliar el incremento de los precios del combustible, si bien un 57,38% de ellos la ven insuficiente. Por el contrario, el 31% sostienen que no es una buena solución.

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