El 41% de los pacientes crónicos sufrió suspensión o aplazamiento de su rehabilitación en la primera ola, según encuesta
El 69 por ciento de los pacientes crónicos sufrió la cancelación de las consultas que tenía programadas y el 41,4 por ciento la suspensión o aplazamiento de su rehabilitación, con las consiguientes consecuencias en su estado de salud, según una encuesta realizada por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) entre pacientes crónicos sobre los cambios en las consultas programadas durante la primera oleada de la pandemia.
«Además, el 80 por ciento tuvo problemas para acceder al tratamiento y el 22,8 por ciento tenía problemas y síntomas asociados a su enfermedad y no acudió a su médico. Si de forma previa a la pandemia se hubiera contado con un análisis pormenorizado de la cronicidad y pacientes crónicos más vulnerables y una atención sanitaria orientada a ésta, los efectos de la pandemia sobre estos pacientes hubieran sido menores», explica la presidenta de la POP, Carina Escobar Manero en el Encuentro PACIENTES ante la Pandemia , celebrado en el marco de los Encuentros SEDISA de Gestión Sanitaria en tiempos de pandemia, impulsados por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de Janssen.
Escobar ha apuntado a la necesidad de un modelo sanitario coordinado y participativo, «que ponga el foco en mejorar la continuidad asistencial, innove en procesos, multidisciplinar, incorporando los cuidados en salud, información y formación a pacientes y familiares y que diferencie los procesos agudos de los crónicos». «Con tecnología que sea transferible de unas comunidades autónomas a otras, que nos permita trabajar en red. Un modelo centrado en el paciente, preventivo y cooperativo», ha añadido.
El jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Santiago Moreno Guillén, ha señalado que en los meses de marzo y abril se asistió al desbordamiento de los hospitales (urgencias, hospitalización y UCI), con todos los recursos dirigidos a COVID-19 y, con frecuencia, con recursos insuficientes, como ocurrió con las Unidades de Críticos.