El 35% de los pacientes que consultan la Cirugía de Afirmación de Género tiene menos de 21 años, según estudio
El 35 por ciento de los pacientes que acuden a una primera consulta para la cirugía de Afirmación de Género tiene menos de 21 años, según ha revelado el estudio de IM Gender Evolución de las técnicas y perfil del paciente (1999-2021), que ha desvelado que la edad de los pacientes transgénero ha descendido hasta los 28 años.
Así se desprende del estudio de IM Clinic que ha presentado este martes en Madrid por el doctor Ivan Mañero y Ruth Mañero, directora de la Fundación Dr. Ivan Mañero, que ha mostrado la evolución a lo largo de 22 años de la cirugía de Afirmación de Género, tanto en las técnicas de la cirugía como en el perfil del paciente. El evento ha contado con la presencia y testimonios de la actriz y directora Abril Zamora o la modelo Ángela Ponce, entre otras personalidades.
El estudio, que se ha realizado en dos fases, ha analizado a más de 2.000 pacientes que han acudido a la Unidad de Género de IM Clinic. En la primera fase del estudio (2002-2016), se analizaron un total de 1.721 cirugías mientras que en los últimos cinco años (2017-2021) se han analizado 1.247.
De las primeras cirugías (2002-2016), 1.454 (84,5%) se identificaron como mujeres trans mientras que 267 (15,5%), como hombres trans. Entre 2017 a 2021, 948 (74,6%) personas se identificaban como mujeres trans y 323 (25,4%) como hombres trans.
En la actualidad, los menores de 21 años es uno de los perfiles mayoritarios en las primeras consultas, puesto que suponen el 35 por ciento de los pacientes. «Esto refleja el cambio social tan importante que ha habido en los últimos años», ha precisado Iván Mañero.
«Si en los primeros años teníamos gente con una cierta edad, que ya eran maduros y económicamente independientes, ahora tenemos chicos y chicas de 14 y 15 años que vienen con sus padres a informarse pero no se pueden operar pero tienen una información mayor de lo que quieren hacer en el futuro que antes no había», ha explicado Ruth Mañero.
Las personas trans mayores de 50 años que acuden a IM GENDER también han ido creciendo. En 2019 este crecimiento llegó a su cima (8,5%). «Esto ha sido debido, especialmente, a la llegada de pacientes internacionales. Una tendencia que se sigue manteniendo», ha asegura el doctor.
Al inicio del estudio, se observa que la edad media de los pacientes es de 30,6 años, alcanzado la edad máxima en el año 2010 con 33,4 años. Sin embargo, a partir de 2011, la edad media ha descendido hasta situarse en 2021 en 28,1 años.
TÉCNICAS MÁS DEMANDADAS
Asimismo, se ha analizado la media de edad de las principales cirugías de confirmación de género (vaginoplastia, mastectomía y faloplastia) desde 2002 a 2021. De esta gráfica se ha deducido que los hombres trans optan por la mastectomía a una edad mucho más temprana que por la faloplastia. La media de edad a la que las mujeres trans optan por una vaginoplastia cada vez es menor, al igual que en el resto de cirugías de confirmación de género.
Por lo tanto, la edad media en la mastectomía es de 24,3 años mientras que en el 2003 era de 29,4. Un descenso que se ha repetido también en la faloplastia (29,1 frente a 39 años) y en la vaginoplastia (26,9 frente a 30,9 años).
La cirugía más demandada entre las personas trans entre 2017 y 2021 ha sido la vaginoplastia. Sin embargo, el porcentaje ha bajado con respecto a años anteriores. Si en el periodo de 2002 a 2016 la vaginoplastia suponía el 51,7 por ciento del total de cirugías, actualmente, es un 44,8 por ciento. En cuanto a las cirugías genitales, la vaginoplastia supone un 72,4 por ciento y la faloplastia un 19,4 por ciento del total.
En este sentido, Ivan Mañero ha explicado que la vaginoplastia puede llevarse a cabo mediante la técnica de inversión peneana o trasplante rectosigmoidal pediculado (o colovaginoplastia). Mientras que hasta 2016 la primera técnica era la más utilizada (85% frente al 14,8% de la segunda). Desde 2017 existe un crecimiento notable de la técnica de colovaginoplastia al 31,3 por ciento.
«La inversión peneana se lleva a cabo cuando el tamaño, el grosor, la longitud y la calidad de la piel del pene permite realizar un túnel vaginal. Por su parte, la colovaginoplastia se realiza cuando el pene es pequeño o ha habido una circuncisión importante previa a la intervención de vaginoplastia», ha detallado el doctor.
«Estamos en un momento en el que es muy importante la representación, hay que hablar de estas cosas que, aunque puedan parecer un poco íntimas pero son necesarias. El doctor a mi me cambió la vida. Yo era casi feliz y después de pasar por sus manos soy completamente feliz. No es obligatorio tener una vagina para ser mujer pero en mi caso era de vital importancia por la mujer que represento frente al mundo y como yo quiero expresarme frente a los demás», ha concluido la actriz Abril Zamora.