El 30% de los pacientes postquirúrgicos tienen dolor neuropático periférico, según experto
El jefe de sección de Rehabilitación Hospitalaria y Unidades Específicas del Hospital Universitario de Navarra, el doctor Enrique Sainz de Murieta, ha señalado que la prevalencua del dolor neuropático periférico (DNP) en el paciente postquirúrgico «se estima en un 30 por ciento».
No obstante, el doctor ha destacado que, «en algunas intervenciones como la mastectomía, puede alcanzar hasta el 57 por ciento», especialmente en aquellos casos que requieren tratamientos de quimioterapia.
«La prevalencia en la cirugía en el tórax se aproxima al 45 por ciento en el caso de dolor mixto con componente neuropático y en un 30 por ciento de dolor neuropático puro; en las artroplastias de rodilla puede alcanzar hasta el 44 por ciento y en las de cadera alrededor del 27 por ciento», ha especificado el doctor.
Asimismo, «las amputaciones de miembros también son una causa frecuente de este tipo de dolor con una incidencia que puede situarse hasta en el 85 por ciento», ha añadido el doctor Sainz de Murieta.
Así lo ha explicado en la mesa redonda Dolor Neuropático Periférico en el Paciente Postquirúrgico , en el marco del 61º Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), que ha tenido lugar recientemente en Santander.
Además, el experto ha mencionado que este problema «influye en el sueño, lo que incide negativamente en la salud general» y que «es frecuente también la sensación de cansancio, por lo que limita la realización de actividades cotidianas».
Este tipo de dolor también incide en el estado de ánimo provocando sufrimiento, ansiedad e irritabilidad con una merma en la calidad de vida y en la actividad física que repercute en la salud y en la capacidad funcional. «Si el dolor neuropático localizado postquirúrgico persiste en el tiempo, se puede desarrollar un síndrome de dolor por sensibilización central», ha advertido el especialista.
El dolor neuropático periférico postquirúrgico se caracteriza porque persiste más de tres meses después de la cirugía, presenta unas características diferentes al dolor que el paciente podía tener previamente y se localiza en la zona quirúrgica o a su alrededor.
El perfil del paciente que sufre dolor neuropático periférico es variado ya que puede afectar a personas de cualquier edad y no existe diferencia en función del sexo. El especialista especifica que «la existencia de determinadas patologías concomitantes como la diabetes, el tratamiento con determinados fármacos y el consumo de tóxicos favorecen la aparición de neuropatías que pueden desencadenar este tipo de dolor».
El diagnóstico precoz es un aspecto fundamental en el abordaje de los pacientes, por lo que el doctor ha enfatizado que las mejores respuestas se producen en los pacientes con menos de seis meses de evolución. «Si detectamos tempranamente el dolor neuropático y lo tratamos, la respuesta es mucho más favorable. A mayor tiempo de evolución la respuesta a las terapias es más pobre», ha señalado.
Asimismo, el doctor ha insistido en la importancia de que las personas afectadas por el dolor neuropático postquirúrgico comuniquen todos los síntomas que presenten porque puede facilitar el diagnóstico.
«Comunicar al profesional sanitario sensaciones extrañas como cosquilleo, dolor con el roce de las sábanas o la ropa y falta de sensibilidad en zonas próximas a la zona quirúrgica va a posibilitar un diagnóstico más temprano», ha explicado el especialista, quien ha agregado que «el paciente debe participar activamente con el equipo de tratamiento buscando ayuda cuando este dolor afecta al estado de ánimo para afrontarlo con herramientas farmacológicas o no farmacológicas».
Por otro lado, el doctor Sainz de Murieta ha remarcado la importancia de la formación de los equipos multidisciplinares en el abordaje de estos pacientes para que «sepan detectar todas las necesidades de los afectados con dolor neuropático periférico postquirúrgico tanto a nivel biomédico como a nivel psicológico y mental y a nivel social».
El especialista ha resaltado también los avances que se han producido recientemente ya que en la actualidad «disponen de herramientas terapéuticas de las que se carecía, lo que supone un gran beneficio que permite abordar con éxito procesos complejos en los que hace algunos años las alternativas tenían más efectos secundarios o eran menos efectivas».
En cuanto a los retos que tienen los profesionales en este ámbito, el especialista ha afirmado que consiste en avanzar hacia un abordaje rehabilitador personalizado detectando tempranamente aquellos que mejor responden y diferenciarlos de los que lo hacen tardíamente o no lo hacen, así como activar al paciente que tiene que ser informado adecuadamente sobre las características del proceso y las alternativas terapéuticas disponibles.
El doctor también ha incidido en la necesidad de que se incluya la valoración del dolor neuropático como una constante en los pacientes ingresados para registrarlo en las historias clínicas informatizadas, «lo que aportaría datos más precisos sobre su prevalencia en diferentes perfiles de pacientes».