El 25% de las enfermeras desconoce si sus pacientes están correctamente vacunados, según un estudio del CGE
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha reclamado un Registro Nacional de Vacunación en España, ya que el 25 por ciento de las enfermeras asegura desconocer qué vacunas han recibido sus pacientes por no tener acceso a los registros, según una encuesta sobre la percepción de la vacunación del adulto en España, realizada por el CGE y la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC), con la colaboración de GSK.
Este problema, que se detecta sobre todo en el sector privado, hospitales y entre las enfermeras de residencias de mayores, impide a estas profesionales recomendar las vacunas más adecuadas en cada caso. De hecho, alrededor de la mitad de las enfermeras que respondieron y trabajaban en estos ámbitos aseguraron no poder consultar la situación vacunal de su población.
Por ello, uno de los objetivos de este estudio, realizado sobre una muestra de 3.000 enfermeras, además de conocer cuál es la percepción de la vacunación del adulto en España, es poner en marcha herramientas que contribuyan a mejorar la cobertura vacunal en este segmento de población.
«Si una enfermera es la que cuida, atiende y hace la asistencia en residencias de mayores y no tiene acceso al registro de vacunación, estamos desaprovechando oportunidades para hacer prevención y calidad asistencial adecuada, se produce una situación de déficit», ha expresado el secretario general del CGE, Diego Ayuso, durante la presentación del estudio.
En cambio, las enfermeras que trabajan en la Atención Primaria pública son las que se muestran más satisfechas con respecto al acceso al registro, los medios y la disposición de un espacio adecuado para llevar a cabo la vacunación. Además, la satisfacción era más alta cuanto mayor era su experiencia en este campo.
En este ámbito, el presidente de ANENVAC, José Antonio Forcada, ha adelantado que el Ministerio de Sanidad trabaja en un registro único de vacunación a nivel nacional, basado en el que se creó de Covid-19, que se estima que esté listo a lo largo del año 2024. «Hay CCAA que tienen un registro muy avanzado y bueno: copiemos a los mejores y extendámoslo a nivel nacional», ha defendido Ayuso.
Otra de la principales reivindicaciones de las enfermeras que se recoge en la encuesta es la necesidad de una mayor formación continua. Más del 90 por ciento de las encuestadas reconocen que necesitan acceder a una formación actualizada y solo la mitad (52,5%) cree que las herramientas de que disponen para ello son adecuadas. Son las que trabajan en la sanidad privada, en hospitales y en residencias las que echan en falta disponer de más medios de formación.
Por ello, desde el CGE destacan la importancia de desarrollar webinars y cursos, más allá de la formación ofertada por los propios sistemas de salud de las CCAA. Los temas más demandados son la actualización en urgencias vitales postvacunales, así como de las contraindicaciones y precauciones y vacunación en grupos de riesgo.
ENFERMEDADES POTENCIALMENTE GRAVES
Del estudio se desprende también que una gran mayoría de las enfermeras es consciente de la gravedad de enfermedades potencialmente mortales que son prevenibles mediante la vacunación y de la importancia de inmunizar frente a ellas, tales como meningitis, neumonía, tétanos, gripe y herpes zóster. Esta elevada percepción del riesgo –por encima del 90% en las tres primeras, del 83% en el caso de la gripe y del 75,5% en el del zóster– y su contacto estrecho con los pacientes pone de manifiesto el potencial de las enfermeras en la recomendación activa de vacunas.
En cuanto a la percepción de la gravedad de la gripe y del herpes zóster, todavía hay más de un 17 y de un 25 por ciento, respectivamente, que no las consideran potencialmente graves o mortales. «De ahí que sea preciso impulsar la concienciación frente a ambas enfermedades y la recomendación activa de estas vacunas», ha subrayado Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería.
Además, la percepción de la gravedad es ligeramente inferior, una vez más, entre las enfermeras que trabajan en residencias de mayores y donde, por tanto, los riesgos asociados a estas enfermedades son mayores. En el caso de la gripe, 3 de cada 10 enfermeras que trabajaban en residencias no la asociaban con una enfermedad potencialmente grave y mortal. En el caso del herpes zóster 4 de cada 10 tenían la misma opinión.
La encuesta también ha preguntado a estos profesionales si creen que deberían poder indicar y prescribir vacunas no financiadas, pero sí recomendadas. Aquí, 3 de cada 4 enfermeras está de acuerdo en que deberían poder asumir esta competencia, ya que contribuiría a mejorar la cobertura vacunal al agilizar su indicación y acceso.
VACUNAS Y PANDEMIA
Por otro lado, de la encuesta se desprende que cerca del 80 por ciento de las enfermeras opina que la pandemia ha tenido un impacto positivo sobre la vacunación, y 2 de cada 3 aseguran que ha ayudado a mejorar las coberturas de vacunación del adulto, más allá de la vacunación frente a la Covid-19. Además, casi un 95 por ciento de las enfermeras encuestadas ha estado de acuerdo en que la vacunación en la edad adulta es tan importante como en la infancia. «Las vacunas ya no son cosa de niños», ha afirmado Ayuso.
En esta misma línea, el 92,5 por ciento de las personas encuestadas está de acuerdo con la importancia de que los profesionales sanitarios tengan su calendario de inmunización actualizado, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y sociedades científicas.
Acorde con su percepción de la importancia de la vacunación en la población adulta y de los riesgos que no vacunarse puede comportar, las enfermeras se ven como profesionales que deben recomendar activamente la vacunación. Así lo ha expresado el 94,6 por ciento de las encuestadas. Además, 8 de cada 10 aseguran que la población ve a la enfermera como el profesional referente en todo lo que respecta a la vacunación.