El 20% de las empresas reconfiguró sus plantillas usando acuerdos voluntarios de prejubilación, según Mercer
El 20% de las empresas españolas reconfiguró sus plantillas usando acuerdos voluntarios de prejubilación, según se desprende del Estudio de Mercado sobre desvinculaciones 2021 realizado por Mercer España.
El informe destaca que los planes de rentas o de prejubilación se plantean «como una solución muy eficaz y menos agresiva para llevar a cabo los necesarios reajustes de fuerza laboral que necesita la recuperación económica».
Del total de procesos analizados por el estudio (142 procesos de desvinculación realizados por 102 empresas), un 71% correspondieron a multinacionales y un 29% a empresas nacionales.
Además, teniendo en cuenta el sector, el 34% pertenecía al sector financiero y gran consumo, el 20% al industrial, un 17% a servicios y tecnología, un 16% a automoción y empresas auxiliares y un 14% a los sectores químico y farmacéutico.
El estudio también subraya que, tanto en despidos como en bajas voluntarias, la edad ronda entre 57 y 59 años, con más del 45% de las empresas en este rango, aunque hay una marcada tendencia respecto el año pasado a realizarse por debajo de los 57 años.
También remarca que las desvinculaciones en caso de despido suelen calcularse sobre el salario neto (según el 88% de las empresas), siendo la suma del fijo más variable la más utilizada con un 68%.
En las bajas voluntarias, el 63% de las empresas lo calculan sobre el salario bruto y la gran mayoría lo hace también añadiendo el fijo más variable.
Por otro lado, señala que el porcentaje de revalorización de los complementos se sitúa cada vez más en el 1%, tanto en despido como en bajas voluntarias, y que entre el 60% y el 80% de las empresas financia estas desvinculaciones mediante compañías aseguradoras con seguros colectivos.
La directora del área laboral de Mercer, Gloria Villar, ha explicado que los acuerdos voluntarios de prejubilación son un procedimiento menos costoso, «ya que un despido masivo tiene un mayor impacto financiero en las empresas, que tienen que pagar el plan social obligatorio, no siendo así en las salidas voluntarias».
«Generan además mejor imagen y paz social en la empresa, ya que el empleado que se retira voluntariamente se abstendrá por lo general de hacer comentarios negativos sobre su antiguo empleador y no provocan un aumento del desempleo, ya que el contrato de trabajo se termina de mutuo acuerdo», ha añadido.
Por su parte, la responsable del área de desvinculaciones de Mercer España, Rosa Farré, ha señalado que cada vez más empresas están implementando sistemas a medio plazo para poder financiar las salidas de sus trabajadores y evitar el impacto anual en la cuenta de resultados, «así como poder ordenar de manera sistemática las desvinculaciones futuras».