Egipto critica la postura «estricta» de Etiopía en las negociaciones sobre la presa en el Nilo Azul
El Gobierno de Egipto ha criticado este viernes la postura «estricta» de Etiopía en las negociaciones trilaterales, en las que también participa Sudán, en torno a la presa que construye Adís Abeba en el río Nilo Azul, en un proceso que ha sufrido numerosos altibajos durante los últimos meses.
El Ministerio de Irrigación egipcio ha sostenido en un comunicado que la postura negociadora de Etiopía dificulta un consenso y ha destacado que entre los principales puntos de disenso figura cómo actuar ante los años de sequía, que ha descrito como «la columna vertebral de los aspectos técnicos del acuerdo par Egipto».
Asimismo, ha confirmado que las diferencias legales, que provocaron un estancamiento de la anterior ronda de conversaciones, siguen existiendo, así como el disenso en torno al proceso de llenado de la presa, según ha informado el diario egipcio Al Ahram .
«Etiopía sigue ciñéndose a aplicar las mismas normas para el primer llenado, un asunto que supone obstáculos adicionales para Egipto, además del impacto causado por los periodos de sequía, lo que supone el principal punto de las diferencias», ha explicado.
En este sentido, ha detallado que Adís Abeba se opone a incluir el flujo de las operaciones anuales en el acuerdo e insiste en tener el control único de las operaciones de la presa, algo que Etiopía considera como un derecho inherente del país.
Los gobiernos de Etiopía, Egipto y Sudán reiniciaron el 3 de julio sus contactos por videoconferencia para intentar lograr un acuerdo sobre la presa, tras el estancamiento de las conversaciones a mediados de junio por las diferencias legales, a pesar de que los aspectos técnicos se cerraron durante la última ronda.
Sin embargo, los tres países coincidieron el 26 de junio en evitar cualquier acción «unilateral» sobre la presa, incluido el llenado de su embalse, hasta que no haya un acuerdo «vinculante» entre los tres, tras el principio de acuerdo del 31 de enero, que no llegó a ser firmado.
Etiopía está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente. Sudán, por su parte, apoya la presa, ya que regulará los flujos y suministrará electricidad y regadío.
Las obras están siendo llevadas a cabo en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente con 1.800 metros de largo, 155 metros de alto y un volumen total de 10,4 millones de metros cúbicos, según recoge la empresa Salini Impreglio en su página web.