Economía. -El 83% de grandes empresas de distribución tiene una política interna contra el desperdicio de alimentos

El 83% de las grandes empresas de distribución tiene una política interna contra el desperdicio de alimentos, según datos del informe Gestión del desperdicio alimentario en la gran distribución que ha presentado AECOC en el VII Punto de Encuentro AECOC contra el desperdicio alimentario, este jueves en el Auditorio Fundación Pablo VI de Madrid, donde han participado más de 300 profesionales de empresas, administraciones y ONG.

En este sentido, el estudio realizado en colaboración con Nielsen y Checkpoint, indica que el 67% de las empresas de la gran distribución considera que el desperdicio generado con su actividad es menor o mucho menor que hace tres años.

El informe que se enmarca en la II Semana contra el Desperdicio Alimentario, también resalta que el 12% de esta potencial pérdida se destina a la donación, por un 29% que se recupera o se recicla y un 59% que acaba en el gestor de residuos. De este modo, señala que este porcentaje de alimentos que acaban desperdiciados se debe a que las cadenas encuentran dificultades para la donación de productos como carne y pescado, que exigen condiciones óptimas de transporte y conservación para evitar riesgos de seguridad alimentaria.

MANIPULACIÓN Y DESPERDICIOS

Asimismo, el informe destaca que el 3,5% de los alimentos frescos en la distribución no llegan a comercializarse por diferentes razones y, de éstos, el 2,05% acaban desperdiciados. Por secciones, la de frutas y verduras es la que genera mayor cantidad de productos descartados (el 50% de los participantes en el estudio así lo indica) por delante del pescado (42%) y de la carne (8%).

Además, en cuanto a las fases en las que se genera el desperdicio, el estudio revela que el 75% de las cadenas apunta a la manipulación de los productos por parte de los consumidores, mientras que un 42% considera que también se genera pérdida en la manipulación en la venta asistida y un 33% señala deficiencias en el transporte desde la plataforma logística hasta los puntos de venta.

Por otro lado, los encuestados señalan que la fragilidad en la manipulación de los productos es la principal causante de desperdicio de frutas y verduras, según el 67%, y también del pescado, en un 42%, al mismo nivel que la facilidad del género por estropearse y la dificultad para controlar su rotación.

En relación a los procesos de identificación del desperdicio, el informe indica que el 58% de la potencial pérdida se localiza a través de protocolos de supervisión específicos, basados en el control sistemático del stock o el análisis visual del género. El 17% se identifica a través del uso de tecnologías que generan alertas y otro 17% se produce mediante el análisis de fechas de vida y consumo óptimo. El 8% se detecta a través del aspecto de los productos.

En cuanto a la estrategia utilizada para prevenir el desperdicio, el estudio señala que el 42% de los distribuidores se apoya en el uso de la tecnología, como apps para la gestión del producto no comercializable y etiquetas para seguir la vida útil del alimento. Junto a este desarrollo tecnológico, las cadenas centran sus estrategias en una mejora en la gestión de los stocks, de los procesos logísticos y una mayor coordinación entre los departamentos implicados en el transporte, manipulación y venta del género.