Ecologistas en Acción alega a la demolición de la EDAR de Vuelta Ostrera y pide un plan de vigilancia ambiental
Ecologistas en Acción (EA) ha remitido el 28 de noviembre a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico un documento de alegaciones al proyecto de demolición de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Vuelta Ostrera con el fin de minimizar el impacto ambiental del mismo.
Los ecologistas consideran «indispensable» la ejecución de un Plan de Vigilancia Ambiental «serio y efectivo», durante un período de tiempo «coherente», para recuperar los valores ambientales. Un plan que, en su opinión, se debe consensuar con la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, así como con los colectivos que han alegado en este plazo de información pública.
En un comunicado, EA ha recordado este lunes que los trabajos consistirán en la demolición y retirada del relleno, la reposición del interceptor de Suances, la restitución de la senda peatonal y la regeneración ambiental de los terrenos recuperados.
Los ecologistas alegan que, dado que la infraestructura a demoler está anexa a la marisma de La Junquera, un espacio con una gran riqueza ornitológica, el desarrollo de los trabajos debería tener lugar fuera del periodo de reproducción de la avifauna, para minimizar el negativo impacto producido por la generación de polvo, ruido, vibraciones, afección lumínica y trasiego de maquinaria en la zona.
En relación a la salida de los residuos de demolición, consideran que la opción de menor impacto, tanto a los núcleos de población como al entorno natural, es la solución del «acceso oeste», que es el trayecto más corto hasta alcanzar la carretera autonómica CA-132. Igualmente indican la necesidad de la posterior regeneración de estos terrenos a su orografía original, la retirada de las especies invasoras y la revegetación con especies propias de encinar cantábrico.
Asimismo, para EA es necesario reducir el impacto ambiental en los procedimientos de demolición, por lo que rechaza las voladuras controladas y propone procedimientos mecánicos con la reutilización y reciclado de materiales, reduciendo el volumen de envío a vertedero para reducir la huella de carbono.
En tercer lugar, sobre el destino de los 140.000 metros cúbicos de residuos previstos, plantea que se depositen en la cantera de Puente San Miguel (la más cercana), con la «necesaria redacción» de un proyecto de restauración que contemple la regeneración del suelo y la reforestación del espacio con vegetación autóctona. Se debería rehabilitar este espacio en el aspecto ambiental y paisajístico, junto a un vial con alta utilización turística.
Además, consideran que no se debe introducir ninguna especie que no cumpla estrictamente el criterio de «autóctona en la zona», lo que dejaría fuera a especies como el Tamarix, que el proyecto prevé incluir.
Igualmente EA cree prioritario reintroducir especies de encinar en los procedimientos de regeneración ambiental.
En sexto lugar solicita que los arroyos que proceden de la ladera y actualmente discurren enterrados, sean abiertos, sus riberas revegetadas para generar biodiversidad y reconducidos sus cauces para verter en la marisma, diseñando balsas o pozas de agua dulce permanentes, apartadas de la influencia mareal para potenciar la biodiversidad, sobre todo de anfibios.
Los ecologistas inciden en la necesidad de emplear los procedimientos «más efectivos» para eliminar las especies de flora invasora que proliferan en el espacio objeto de la intervención y en su área de influencia.
En este sentido, advierten que la instalación de la EDAR en el espacio actual, con los rellenos y movimiento de tierras, «ha potenciado la profusa extensión de especies invasoras, sobre todo de plumeros, sin que se haya hecho nada por remitir su extensión, con una clara responsabilidad por parte de la administración que instaló la EDAR y por la administración que la gestiona».