Echenique afirma que la abstención es la postura sobre la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN aunque admite debate

IU no desveló el sentido de su voto y solo deslizó que no apoyaría la adhesión de los dos países a la Alianza Atlántica

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha subrayado que la posición fijada por la dirección del grupo sobre la entrada de Suecia y Finlandia es la abstención, aunque ha admitido que hay debate en el seno del espacio confederal.

En rueda de prensa en la Cámara Baja, el dirigente de la formación morada ha explicado que «no es ningún secreto» lo que piensan sobre la OTAN, a la que han criticado en reiteradas decisiones, pero que optan por la abstención porque también quieren respetar la soberanía de Suecia y Finlandia.

«Estos dos motivos definen el voto. Nos impiden que sea a favor y que sea en contra», ha disertado Echenique al apuntar que «es verdad» que este asunto ha suscitado reflexión dentro de Unidas Podemos. Y es que desde IU aún no ha señalado el sentido de su voto y simplemente ha deslizado que no apoyarán la adhesión de los dos países escandinavos a la Alianza Atlántica.

La previsión es que el Congreso este jueves el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica, un texto que se tramitará por el procedimiento de urgencia y en lectura única, es decir, con un sólo debate en el Pleno, sin necesidad de pasar por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara.

A principios de agosto la secretaria de Acción Institucional de Podemos, María Teresa Pérez, ya apuntó que el grupo parlamentario estaba inmerso en un debate, pues enfatizaba que reforzar la OTAN no era el camino al ser una organización «obsoleta».

Por su parte, la portavoz federal de IU, Sira Rego, dijo ayer que la postura histórica de su formación es el rechazo a la OTAN. De esta forma, no revelaba aún si se decantarán por votar en contra o la abstención.

El pasado mes de junio Podemos se mostró crítico con la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid e IU mostró su apoyo a la contracumbre organizada por colectivos sociales, además de respaldar la manifestación que demandó, entre otras reivindicaciones, la disolución de la OTAN.

En esas fechas, Rego criticó el delirio «militarista» y la «escalada otanista» en Europa, que subordina al continente frente a los intereses de Estados Unidos.