Dimite el ministro de Exteriores de Afganistán y denuncia «pseudo estructuras paralelas» en el Gobierno
El ministro de Exteriores en funciones de Afganistán, Salahudín Rabani, ha presentado este miércoles su decisión y ha criticado la existencia de «pseudo estructuras paralelas» en el Gobierno del país asiático.
En una carta enviada al presidente, Ashraf Ghani, y publicada en su cuenta en la red social Facebook, Rabani ha dado «gracias a Dios» por la «oportunidad» de ocupar la cartera de Exteriores, pero ha lamentado que desde el establecimiento del Gobierno de unidad tras las elecciones de 2014 «se crearon pseudo estructuras paralelas y se marginó a instituciones que son el pilar del sistema».
Así, ha manifestado que «la estructura del Estado fue tratada como una entidad personal y todo el Estado fue destruido de forma consciente e inconsciente», antes de criticar que «bajo el eslogan de la reforma se promovieron actitudes intolerantes que llegaron a institucionalizarse».
«Durante cinco años, soporté todo esto debido a mi compromiso con el pueblo y la sociedad y para mantener el sistema general y evitar la fragilidad en la sociedad y el país», ha argumentado Rabani, quien ha defendido que «trabajó de forma responsable para proteger los intereses nacionales a nivel internacional».
«Ahora, el periodo de unidad nacional ha llegado a su fin y, ante la actual situación de fragilidad, es necesario crear un sentimiento de empatía y solidaridad», ha apuntado, antes de remachar que «no considera apropiado» continuar en el cargo.
Rabani accedió el cargo el 1 de febrero de 2015 tras ser nominado por Ghani. El Parlamento suspendió en noviembre de 2016 a tres ministros, incluido Rabani, por su mala gestión y por no presentar informes sobre el uso de los recursos presupuestarios para desarrollo.
La situación provocó una crisis institucional y tanto Ghani como el primer ministro del país, Abdulá Abdulá, pidieron al Parlamento que pusiera fin al procedimiento de la moción de censura.
El hasta ahora ministro de Exteriores afgano es hijo de Burhanudín Rabani, quien fue presidente del país durante el Estado Islámico de Afganistán entre 1992 y 2002, creado tras la caída del gobierno comunista.
Desde 1996 existió en paralelo al Emirato Islámico de Afganistán, instaurado por los talibán hasta su derrocamiento en 2001 a raíz de la invasión encabezada por Estados Unidos. Rabani fue sucedido por Hamid Karzai.