Deutsche Bank España pierde 4,78 millones en 2020 frente a ganancias de 20,48 millones en 2019
La filial española de Deutsche Bank registró pérdidas de 4,78 millones de euros en 2020, frente a las ganancias de 20,48 millones que obtuvo en el ejercicio precedente, según recoge el informe financiero remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El margen de intereses avanzó un ligero 0,27%, el margen de comisiones creció un 2,9%, principalmente gracias a las comisiones de intermediación por fusiones y adquisiciones (M&A), y el margen bruto decreció un 0,8%.
La dotación de provisiones por riesgo de crédito ascendió a 78 millones de euros, de los que se dotaron 79,6 millones en operaciones de balance y se liberaron 1,6 millones en operaciones fuera de balance y compromisos contingentes. Estas provisiones se vieron negativamente impactadas por los efectos de la pandemia del coronavirus, explica el banco en su informe.
Los gastos de personal se redujeron a 183,95 millones de euros (-11,6%) y la entidad cerró el ejercicio con 2.259 empleados, 42 menos que un año antes, una variación que «responde a la evolución natural de la plantilla sin haberse visto afectada por el Covid-19».
Al cierre de 2020, la entidad tenía 168 sucursales en España, 4 menos que un año antes, la mayoría en Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía, además de 17 centros de asesoramiento y 33 centros de empresas.
Como consecuencia del resultado negativo antes de impuestos, el tipo medio impositivo pasó del 30,6% en 2019 al 22,6% en 2020.
La tasa de morosidad para el segmento de otros sectores residentes , comparable con la información publicada mensualmente por el Banco de España para el sector bancario español, se mantuvo en el 4,2%, con una ratio de cobertura del 52%. «A pesar de la crisis de Covid-19, la tasa de morosidad se ha mantenido estable respecto de 2019 principalmente por el pase a fallido de 39 millones de euros de exposición con un único cliente (100% provisionada)», explica el banco.
De cara a 2021, Deutsche Bank España espera que su principal riesgo continúe siendo el riesgo de crédito derivado de la crisis del Covid-19, por el potencial impacto que «puede seguir teniendo durante varios meses, y que incluso podría llegar a abarcar el año entero, en función del grado de avance en la vacunación de la sociedad española y europea, y del grado de recuperación económica esperada tanto en términos de crecimiento del Producto Interior Bruto, como de potencial reducción de la tasa de desempleo».