Detienen en Madrid y Gijón a dos cabecillas de un capítulo de los Triniatarios
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos cabecillas de un capítulo de la banda de los Trinitarios -una en Madrid y otra en la ciudad asturiana de Gijón- por su presunta participación en delitos de pertenencia a organización criminal.
Los arrestados lideraban uno de los grupos de la banda que se encontraba asentado en Gijón y que presuntamente habría cometido numerosas acciones delictivas contra las personas, como agresiones y robos con violencia.
La investigación comenzó a finales del pasado año, tras tener conocimiento de una serie de amenazas y agresiones sufridas por menores de edad en la localidad de Gijón, por parte de un grupo de jóvenes cuyo origen podría estar en un ritual de iniciación en bandas juveniles violentas. La investigación llevada a cabo pudo determinar la existencia de un grupo violento jerarquizado de carácter juvenil, conocido como los Trinitarios , que se organiza en capítulos que operan como células independientes con capacidad de decisión propia.
El pasado mes de junio se llevaron a cabo las primeras detenciones al comprobar que se estaba ante una asociación presuntamente delictiva cuyos componentes se identificaban y actuaban bajo las premisas de una organización criminal.
Los detenidos habrían ido asentándose progresivamente en distintas zonas de la localidad, tratando de ejercer gran influencia entre los jóvenes del entorno. Además, se les considera responsables de la comisión de numerosos delitos contra las personas, como agresiones y robos con violencia e intimidación.
Durante los registros efectuados en sus domicilios –residen en Madrid y Gijón– se intervinieron efectos que indicaban claramente su pertenencia a este grupo organizado, como pañuelos y ropas identificativas de la banda, documentos con el Juramento Trinitario y armas blancas.
Además, se les considera responsables de la comisión de numerosos delitos contra las personas, como agresiones y robos con violencia e intimidación.
Los arrestados son residentes en Gijón y Madrid, y durante los registros efectuados en sus domicilios, se intervinieron efectos que indicaban claramente su pertenecía a este grupo organizado, como pañuelos y ropas identificativas de la banda, documentos con el «Juramento Trinitario» y armas blancas.