Detenidas dos jóvenes por estafar más de 3.000 euros en alquileres de vivienda en Santander
La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres de 23 y 24 años como presuntas autoras de un delito de estafa, al realizar alquileres fraudulentos de viviendas en Santander, por valor de más de 3.000 euros, a través de una página web.
Según han informado fuentes policiales, desde finales del pasado mes de mayo y hasta primeros de julio se registraron un total de cuatro denuncias de personas por haber sido estafadas cuando trataban de alquilar un piso en Santander que se anunciaba en una conocida página de internet.
Las víctimas, tras llegar a un acuerdo con la anunciante del inmueble, realizaban el pago en concepto de señal y fianza mediante bizum o transferencia bancaria y la arrendataria se comprometía a formalizar el contrato en el momento de la entrega de llaves, lo que nunca llegaba a producirse por diferentes excusas de ésta.
Finalmente, la estafadora se disculpaba con las víctimas y les comunicaba que no podría llevar a cabo el alquiler de la vivienda, pero que les devolvería el dinero aportado.
Aunque las personas estafadas recibían el comprobante de dicha devolución, el envío de los importes adelantados nunca tuvo lugar, apoderándose la supuesta arrendadora de un total de 3.150 euros.
En la investigación, la Policía constató que las responsables de las estafas eran dos jóvenes, a las que lograron identificar como L.S.R. y N.U.B., que fueron detenidas el día 26 de julio como presuntas autoras de los delitos de estafa.
Una de ellas, N.U.B., contaba con antecedentes, y ambas fueron puestas a disposición judicial.
Ante estos hechos, la Policía recomienda verificar que el portal de alquiler es fiable, comprobando que la URL comienza por HTTPS y aparece el icono de un candado en la barra de direcciones del navegador, así como utilizar plataformas intermedias de pago.
También aconseja el uso de tarjetas de uso exclusivo para pagos online con saldo reducido; no introducir el número de tarjeta en páginas web de dudosa confianza; y sospechar de mensajes que incitan a pinchar en algún enlace o descargar archivos adjuntos.
Por último, recomienda no facilitar datos bancarios y contrastar el mensaje con fuentes fiables como la propia entidad bancaria o con las fuerzas de seguridad.