Desplazadas cerca de 3.000 personas en Darfur tras los nuevos combates intercomunitarios del fin de semana
Alrededor de 3.000 personas se han visto desplazadas a causa de los recientes incidentes violentos registrados en la región sudanesa de Yebel Marra, en Darfur (oeste), en el marco del repunte de los enfrentamientos intercomunitarios en esta zona del país africano.
Los últimos ataques fueron ejecutados el domingo contra varias aldeas situadas en una zona entre la frontera de Darfur Norte y Darfur Sur y se saldaron con al menos once muertos y decenas de heridos, según ha indicado el portavoz de la Coordinadora General de Desplazados y Refugiados de Darfur, Adam Rujal.
Rujal ha detallado que las aldeas atacadas fueron las de Faluja, Hillet el Faki, Kebe y Rogola, antes de agregar que parte de la población ha huido hacia la localidad de Tawila, donde muchos de ellos han buscado refugio en una escuela o en cuevas en las montañas cercanas.
Así, ha destacado en declaraciones concedidas a la emisora sudanesa Radio Dabanga que estas personas han perdido todas sus posesiones y ha criticado que las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona no hayan intervenido para dar protección a los civiles ante los últimos ataques.
En este sentido, el activista Hasán Adam ha asegurado que las personas que perpetraron los asaltos siguen en la zona y controlan las carreteras, lo que ha impedido que algunos de los heridos sean trasladados a centros médicos cercanos, sin que por el momento se hayan producido arrestos.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos mostró el viernes su preocupación por los recientes enfrentamientos en Darfur (oeste), que han dejado más de 300 muertos, y alertó de que «la falta de seguridad y la impunidad crónica» podría derivar en nuevos incidentes violentos.
Los enfrentamientos más sangrientos tuvieron lugar en Darfur Sur, donde alrededor de 200 personas murieron en combates entre miembros de las tribus falata y rizeigat, principalmente en la localidad de Geireda, según confirmó el martes el gobernador regional, Musa Mahdi Ishak.
Por otra parte, el Comité de Doctores de Darfur Occidental ha resaltado que 139 personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas en los enfrentamientos que estallaron el viernes y se prolongaron durante el fin de semana en la capital regional, Al Geneina.
LA CRISIS EN DARFUR
El Ejecutivo y los rebeldes pactaron en su histórico acuerdo de paz de octubre de 2020 desplegar una fuerza conjunta en Darfur a raíz de la retirada de las tropas de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) pero, a pesar del fin de las operaciones de la misión y el inicio de su repliegue hace dos semanas, estas fuerza no ha sido enviada al terreno, lo que ha provocado un vacío de seguridad.
Darfur es una de las regiones más pobres de Sudán, con tasas de pobrezas superiores al 65 por ciento en Darfur Central, y cerca de cinco millones de personas han recibido ayuda humanitaria en la zona entre enero y septiembre de 2020, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La región de Darfur ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz, que intenta poner fin a los combates que estallaron en 2003, que han dejado al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
El expresidente Omar Hasán al Bashir, así como otros altos cargos durante su mandatos, son buscados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en el marco de este conflicto.