Descubren un nuevo marcador potencial para la terapia personalizada del cáncer de mama

Un nuevo estudio de la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha descubierto que las «estructuras en forma de corona» que rodean los tumores de mama en pacientes con sobrepeso y obesidad podrían dificultar su respuesta a la terapia.

Los resultados de este estudio, publicados en la revista científica Scientific Reports , podrían servir para mejorar el tratamiento personalizado de las pacientes con cáncer de mama con sobreexpresión de HER2 positivo.

El tejido adiposo, o grasa corporal, es un componente importante de la mama humana sana y, sin embargo, un índice de masa corporal (IMC) elevado se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Las pacientes con sobrepeso también tienen peores tasas de supervivencia que las pacientes con un peso corporal saludable.

En las pacientes con un IMC elevado, el aumento de la grasa corporal que rodea la mama puede hacer que las células inmunitarias inflamatorias, denominadas macrófagos, se acumulen en el tejido graso de la mama. Estos macrófagos pueden formar lo que se denomina «estructuras en forma de corona» al rodear estas células grasas (véase la imagen siguiente). Esto crea un entorno inflamatorio en la mama que puede provocar la aparición y el crecimiento de tumores.

Se desconoce en gran medida cómo estas estructuras en forma de corona afectan a la progresión del cáncer de mama y cómo responden al tratamiento.

El equipo de investigación, dirigido por los profesores Stephen Beers, Ramsey Cutress y Charles Birts, evaluó muestras de un grupo de pacientes con cáncer de mama HER2+ para investigar la relación entre un IMC elevado y la formación de estructuras en forma de corona, así como el efecto posterior de éstas en la respuesta de las pacientes al tratamiento con un fármaco llamado trastuzumab.

Los resultados mostraron que las pacientes con sobrepeso u obesidad presentaban un número significativamente mayor de estructuras en forma de corona en el tejido adiposo que rodeaba el tumor, y que esto se asociaba a un tiempo más rápido de aparición de la enfermedad metastásica, un indicador de la respuesta de las pacientes al tratamiento.

A continuación, identificaron un posible biomarcador molecular, denominado CD32B, en la superficie de los macrófagos de estas estructuras en forma de corona. Cuando este marcador estaba presente en las pacientes con sobrepeso y obesidad, su respuesta al tratamiento con trastuzumab era peor.

«Estos hallazgos serán de interés para los médicos e investigadores implicados en el tratamiento del cáncer de mama, ya que podrían utilizarse para desarrollar un tratamiento personalizado en pacientes con cáncer de mama con sobreexpresión de HER2 positivo. Por ejemplo, los médicos sabrían que las pacientes con un IMC elevado y el marcador en sus estructuras coronarias son propensas a tener una mala respuesta al tratamiento con trastuzumab. Por lo tanto, podrían beneficiarse de una terapia anti-HER2 más intensiva en una fase más temprana de su tratamiento», destaca Beers.

El equipo de investigación está estudiando ahora la forma de modificar el comportamiento de estas estructuras en forma de corona para mejorar la respuesta al tratamiento del cáncer de mama.

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