Descubren que la estimulación no invasiva del nervio vago mejora la memoria
Un estudio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) ha descubierto los mecanismos mediante los cuales la estimulación no invasiva del nervio vago en ratones mejora su memoria. Concretamente, muestra que la electroestimualción cambia la forma en la que diferentes áreas cerebrales interactúan entre ellas.
Este proyecto, publicado en la revista Frontiers in Cellular Neuroscience , es fruto de una colaboración entre grupos de investigación del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) y el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la Universidad Pompeu Fabra. Ha sido coordinado por Andrés Ozaita, investigador principal en el Laboratorio de Neurofarmacología-NeuroPhar.
La UPF recoge que las técnicas de estimulación eléctrica del cerebro se basan en la plasticidad de sistema nervioso y tienen un amplio abanico de potenciales aplicaciones terapéuticas. En concreto, especifican que la estimulación del nervio vago está aprobada como una terapia para el tratamiento de la epilepsia o la depresión que no responden a fármacos, ya que las ramificaciones de este nervio llevan información a áreas del cerebro desreguladas en ambas enfermedades. Algunas de estas regiones como la amígdala, la corteza prefrontal y el hipocampo, también son relevantes para la atención y memoria.
Por ello, han observado que la técnica también produce una mejora cognitiva y su uso se está investigando para otras aplicaciones. En un principio la estimulación se hacía de forma invasiva, implantando el dispositivo que aplica impulsos eléctricos mediante una operación quirúrgica. Posteriormente se desarrollaron aproximaciones no invasivas, que estimulan la superficie de la piel de zonas por las que pasan las ramas del nervio.
«La tecnología para estimular eléctricamente las ramificaciones del nervio vago en la oreja es sencilla, práctica y segura», ha asegurado el líder del grupo de investigación en Electrónica Biomédica (BERG) y profesor del DTIC, Antoni Ivorra.
En este trabajo, los científicos han buscado los efectos medibles de este tipo de técnicas de electroestimulación a nivel cerebral. «Observamos que por un lado la electroestimulación en condiciones que mejoran la memoria no cambia de forma significativa la actividad cerebral, al menos en las treinta áreas analizadas. Sin embargo, sí se produce un cambio relevante en cómo las diferentes áreas cerebrales interactúan entre ellas a nivel funcional», explica Andrés Ozaita. «Hemos visto que áreas cerebrales que están más involucradas en procesar información periférica, después de la electroestimulación están mejor conectadas con áreas más frontales que están involucradas en la consolidación de la memoria», ha añadido el líder del BERG.
Por último, Andrés Ozaita ha remarcado que los resultados del estudio aportan nuevo conocimiento acerca del impacto de la estimulación transcutanea en la conectividad del cerebro, y contribuyen a determinar el potencial uso de estas técnicas no invasivas de neuromodulación electrocéutica en la medicina. «En estudios futuros queremos entender qué otras aplicaciones puede tener la electroestimulación no invasiva del nervio vago, para lo que nos interesaremos por sus potenciales efectos antiinflamatorios, dado que podría ser relevante en diversas patologías cerebrales», ha concluido Ozaita.