Descubren cómo reducir el uso inadecuado de la vía intravenosa en más de un tercio para evitar infecciones
Una investigación dirigida por Amsterdam UMC, a lo largo de más de 5 años y 1100 pacientes, ha demostrado una estrategia para reducir el uso inadecuado de la vía intravenosa en un tercio, un efecto que se mantuvo durante el período de cinco años, y conducir así a una reducción de las infecciones asociadas que afectan a uno de cada diez pacientes, según se ha publicado en The Lancet eClinicalMedicine .
«Las infecciones causadas por vías intravenosas y catéteres se producen en más del 10 por ciento de los pacientes y los estudios indican que hasta una cuarta parte no son necesarias. Simplemente, esto significa que los pacientes se exponen a un riesgo innecesariamente alto de infección. Esto puede retrasar o incluso dificultar su recuperación», dice la profesora de medicina interna en Amsterdam UMC, Suzanne Geerlings.
Para combatirlo, el equipo de investigación publicó en 2017 una estrategia en la revista The Lancet Infectious Diseases que permitió reducir en un 37 por ciento el número de catéteres innecesarios o mal utilizados.
«Cuando hablamos de uso inadecuado, normalmente nos referimos a catéteres que se colocan durante demasiado tiempo o, en el caso de los catéteres urinarios, cuando no hay suficiente soporte para el paciente», añade Geerlings.
De los 1.113 pacientes incluidos en el estudio, 962 recibieron un catéter intravenoso, generalmente utilizado para la administración de líquidos, mientras que los 151 restantes recibieron un catéter urinario y los 962 restantes recibieron un catéter intravenoso.
«Lo que resulta realmente interesante es que ningún estudio ha analizado hasta ahora la duración de estas recomendaciones, y esto es así en el caso de muchas estrategias nuevas en el sector sanitario. En este caso, vemos claramente que los efectos se mantuvieron durante los últimos cinco años», afirma Geerlings.
Para entender por qué su estrategia seguía funcionando, el equipo de investigación entrevistó a 18 profesionales sanitarios de los Países Bajos. Estas entrevistas revelaron que la estrategia había alterado permanentemente el flujo de trabajo en cuatro de los cinco hospitales incluidos en el estudio.
Así, se demostró que una inversión temporal, ya sea en tiempo o en liderazgo, era suficiente para reducir el uso innecesario o inadecuado de vías intravenosas y catéteres.