Desarrollan una nueva técnica que estima la localización de los tumores de mama para planificar la cirugía
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del CIBER-BBN, con la colaboración del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, el Hospital HM Sanchinarro y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), han desarrollado un nuevo método que determina la posición del tumor de mama en la posición quirúrgica, es decir, la que necesita conocer el cirujano antes de la intervención.
Según explican los científicos en un artículo publicado en la revista científica IEEE Access , esta nueva técnica puede proporcionar una metodología alternativa o complementaria a los actuales métodos de localización preoperatoria ya que, a diferencia de ellos, no requiere una intervención previa, lo que reduciría tanto el impacto psicológico de la paciente como los costes del protocolo preoperatorio.
El cáncer de mama es el tipo más común de cáncer en mujeres en todo el mundo. En 2020 se diagnosticaron 2,3 millones de nuevos casos, lo que representa alrededor de un cuarto de todos los cánceres en mujeres.
Las mejoras en el diagnóstico radiológico y programas de detección temprana han aumentado la identificación de lesiones mamarias no palpables para las cuales el tratamiento es la cirugía conservadora. El objetivo de la cirugía conservadora es la extirpación del tumor y de un pequeño margen de tejido a su alrededor manteniendo la forma de la mama en su conjunto.
De acuerdo con estos investigadores, el diagnóstico preoperatorio por imagen tiene utilidad «limitada» como herramienta para guiar la cirugía, ya que las imágenes «se adquieren en posiciones muy diferentes respecto a la posición en la que se realiza la intervención quirúrgica».
«Por lo tanto, es necesario localizar las lesiones mamarias ocultas antes de la intervención. Actualmente, las técnicas para localizar lesiones antes de la cirugía tienen muchas limitaciones y suponen una intervención adicional», aseguran la respecto.
El nuevo método combina la información de la imagen preoperatoria con la de la superficie de la paciente, adquirida en el quirófano utilizando un escáner óptico, y así se consigue determinar la posición del tumor en la posición de la cirugía.
Los resultados obtenidos, usando datos de casos clínicos, muestran la posibilidad de obtener una localización precisa del tumor a partir de una sola imagen preoperatoria y de la superficie de la paciente adquirida en la posición quirúrgica, «alternando mínimamente el protocolo preoperatorio».
La técnica se ha implementado para su inclusión en una herramienta capaz de presentar al cirujano la escena intraoperatoria con modelos tridimensionales de la superficie y de la lesión, así como su proyección en la piel.
De esta manera, se puede brindar una lectura «rápida e intuitiva» de la escena intraoperatoria para guiar la resección tumoral. «Al habilitar una nueva manera no invasiva de localizar las lesiones previa a la cirugía, las aplicaciones futuras de este trabajo pueden tener un impacto importante en la práctica clínica. Por ejemplo, evitar una intervención adicional reduciendo el impacto psicológico para la paciente y reducir los costes del protocolo preoperatorio», ha resaltado Felicia Alfaro, investigadora de la UPM participante en el estudio.