Denuncian que han arrancado la barba con unas tenazas y otras torturas a un preso saharaui
MADRID, 19
La ONG Liga para la Protección de los Presos Saharauis ha denunciado las torturas sufridas por el preso saharaui Mohamed Lamine Haddi, encerrado en la prisión marroquí de Tiflet 2, al este de Rabat, desde la revuelta de Gdeim Izik, y al que habrían apalizado y arrancado la barba con unas tenazas para persuadirle de que no llevase a cabo una huelga de hambre de 48 horas el día 16 de marzo.
Este «precedente peligroso e ilegal» ha trascendido por el testimonio de la madre de Haddi, quien tras hablar con teléfono con él relató lo ocurrido a la Liga.
Haddi había presentado una notificación por escrito el 15 de marzo de 2022 informando a la administración penitenciaria de una huelga de hambre limitada y las razones que la motivaban, en preparación de una huelga indefinida.
Durante los últimos tres días, la administración penitenciaria ha prohibido a Mohamed Lamine Haddi llamar y utilizar el teléfono fijo de la prisión, por lo que no podía informar a la familia de las torturas aplicadas para evitar la huelga de hambre, siempre según la Liga para la Protección de los Presos Saharauis.
«La tortura y el maltrato cruel infligido por la administración penitenciaria al preso político saharaui Mohamed Lamine Haddi se consideran un delito punible por la ley y confirman de forma tangible la persistencia del fenómeno de la tortura en el interior de las cárceles marroquíes y la falta de respeto de todas las convenciones contra la tortura y protocolos relacionados», ha advertido el organismo.
«Esto constituye un peligro real para la seguridad de los prisioneros civiles saharauis y viola su derecho a la integridad física, y amenaza su derecho a la vida», ha añadido.
Por todo ello, la Liga para la Protección de los Presos Saharauis y las familias de los presos civiles saharauis han lanzado un llamamiento urgente a Naciones Unidas, al Comité Internacional de la Cruz Roja y a todas las organizaciones internacionales preocupadas por los derechos humanos para que intervengan y trabajen con urgencia por la liberación de todos los presos saharauis y responsabilicen a todos los que están involucrados en las prácticas ilegales de tortura.
Cientos de saharauis acamparon a las afueras de El Aaiún en 2010 para denunciar su situación social y económica en lo que muchos consideran el inicio de la Primavera Árabe. Sin embargo, las autoridades marroquíes disolvieron la protesta, que vincularon con el independentismo saharaui, y condenaron a largas penas de prisión a varios de los activistas.