El expresidente de Somalia Hasán Sheij Mohamud denuncia que fuerzas del Gobierno han atacado su residencia
El expresidente de Somalia Hasán Sheij Mohamed ha denunciado este domingo que fuerzas del Gobierno han atacado su residencia en el norte de la capital del país, Mogadiscio, escenario en las últimas horas de episodios de extrema tensión ante el avance de una posible fuerza de amotinados contra el actual mandatario — y también objeto de las críticas de Mohamud –, Mohamed Abdullahi Farmajo .
En su cuenta de Twitter, el exmandatario considera «lamentable» el ataque. «Ya he advertido y reiterado los peligros de politizar la seguridad. El presidente Farmajo será responsable de las consecuencias», ha avisado.
La tensión en Somalia ha alcanzado un punto álgido en las últimas horas después de que el presidente extendiera artificialmente su mandato en medio de una gravísima crisis política marcada por el aplazamiento de las elecciones y las tensiones territoriales.
Según fuentes del portal de noticias Garowe On Line, el Ejército somalí ha apostado un contingente en las principales rutas de acceso al Palacio Presidencial a la espera de identificar por completo a lo que parece tratarse de una combinación de militares desencantados, procedentes de la región de Medio Shabelle, y algunas milicias minoritarias.
Hace cuatro días, el portal de información somalí Goobjoog informó de la presencia de una milicia en el norte de Mogadiscio liderada por un antiguo alto responsable de la Agencia de Seguridad e Inteligencia del país, el general Abdirramán Tuyare, y el excomandante del Ejército somalí general Mohamud Koronto, cuyas fuerzas se habrían hecho con la zona de Karaan.
En declaraciones al mencionado portal, el general Turyare acusó al actual gobierno de «maltratar a figuras de oposición y a antiguos presidentes del país», entre ellos el propio Sheij Mohamud.
Las fuentes de Garowe On Line también implican entre los posibles amotinados al comandante Saney Abdulé, también declarado en contra de la ampliación del mandato de Farmajo , aprobado por el Parlamento y aceptado por el presidente entre durísimas críticas de la oposición, que describen la decisión como anticonstitucional.
