Defensa ve el impacto contra un buitre como «la hipótesis más probable» del accidente del caza F18 en Teruel
La Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), organismo dependiente del Ministerio de Defensa, ha señalado como «la hipótesis más probable» del accidente del caza F18 en Teruel, en el que falleció el piloto de la aeronave, el impacto contra un buitre «de grandes dimensiones», descartando así que fuera un error humano.
En un comunicado, el organismo ha avanzado que la circunstancia más plausible del accidente, que tuvo lugar el pasado 4 de octubre durante un ejercicio en las inmediaciones de la capital turolense, es el impacto frontal con un buitre que provocó la rotura de la cúpula del avión y de varios instrumentos de la parte superior de la cabina.
Entre las evidencias que les ha llevado a sostener esta hipótesis se encuentra que el casco del piloto fue hallado de forma inopinada el 20 de noviembre a cuatro kilómetros del lugar donde colisionó la aeronave, junto a restos de la cúpula y del interior de la cabina. De igual manera, se localizaron restos de un buitre que contenían fragmentos de cristal de la aeronave.
En el momento del impacto con el ave, el teniente coronel volaba en formación táctica con su líder, en paralelo a dos kilómetros de distancia, a una velocidad de 800 km/h y una altura de 220 metros sobre el terreno. La misión se realizaba en una ruta autorizada, dentro del área de entrenamiento habitual en la provincia de Teruel.
Tras la colisión con el buitre de grandes dimensiones, el caza –que se encontraba apto para la tarea– prosiguió su vuelo de manera descontrolada hasta su impacto. De la investigación, según CITAAM, «no puede inferirse error humano alguno que contribuyera al accidente».
El Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), el general del Aire Francisco Braco Carbó, ya explicó el pasado 3 de diciembre que existían «evidencias» que permitían orientar la investigación a la hipótesis de que el impacto se habría producido a consecuencia del impacto de un ave «de grandes proporciones».
El accidente sucedió a principios de octubre, durante un ejercicio en las inmediaciones de la ciudad de Teruel. El piloto fallecido era el teniente coronel Pablo Estrada Martín, destinado en el Ala 12, al que pertenecía el caza accidentado. Se trata de una unidad militar con aviones de caza del Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire. Tiene sus instalaciones en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
