Defensa admite que su presupuesto «no es suficiente» para mitigar el deterioro de los recortes y pide un pacto de Estado
Crece un 1,6% respecto a 2018, situándose por encima de los 8.500 millones de euros
MADRID, 29
El Ministerio de Defensa ha admitido este martes que su presupuesto para 2019 «no es suficiente» para mitigar el «deterioro» que provocaron los recortes durante los años de crisis económica y ha pedido un pacto de Estado que permita a la Defensa disponer de la previsibilidad presupuestaria que requiere.
Así lo ha puesto de manifiesto el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, durante su comparecencia en la Comisión preceptiva del Congreso para detallar las partidas destinadas al Ministerio que dirige Margarita Robles en el proyecto de los Presupuestos Generales para 2019.
El presupuesto para Defensa para el presente ejercicio crece un 1,6% respecto a 2018, situándose por encima de los 8.500 millones de euros. En concreto, contempla una partida de 8.537 millones de euros, un 1,6% más que los 8.401 millones con los que contó el año anterior.
MEJOR PRESUPUESTO QUE EN 2018
Olivares ha subrayado que las partidas reservadas para Defensa son mejores que las de 2018 pero que, aún así, son insuficientes para disminuir el impacto de los recortes que el Ministerio sufrió durante la crisis económica, que provocaron un «deterioro» de «muchas» capacidades esenciales para la Defensa, desde las infraestructuras al sostenimiento, pasando por la reposición de material y equipo, y por la renovación de los sistemas de armas.
En todo caso, el número dos de Robles ha destacado que el Gobierno ha realizado «un considerable esfuerzo» en el capítulo de inversiones en los últimos años, cuya dotación se ha elevado de los aproximadamente 1.800 millones de euros que ascendía en los años 2015-2016, hasta los 3.300 millones de los dos últimos ejercicios (2018 y 2019).
Durante su prolija intervención, Olivares ha puesto en valor los compromisos adquiridos recientemente para dar continuidad a los Programas Especiales de Modernización, tras el paréntesis de la crisis, con la finalidad de obtener nuevas capacidades operativas y mejorar las actualmente existentes. Compromisos cuya financiación se ha visto facilitada por el crecimiento del crédito para inversiones experimentado en los últimos años.
En concreto, a lo largo de 2018, ha precisado que el Gobierno socialista aprobó inversiones y gastos en capacidades operativas que alcanzan los 12.784 millones de euros, tanto en el Capítulo 2 (1.410 millones en satélites) como en el Capítulo 6 (11.374 millones en nuevos sistemas de armas).
Según ha recalcado, esta financiación, que se suma a los programas aprobados en años precedentes, favorece el sostenimiento de un tejido industrial tecnológicamente avanzado en aéreas estratégicas para la Defensa con el fin de mantener «la imprescindible soberanía e independencia» de terceros, asegurar el suministro de capacidades críticas en cualquier situación e impulsar mejoras tecnológicas, de competitividad y de empleo.
CONCILIACIÓN DE LAS FFAA
Olivares ha subrayado que el Ministerio de Defensa se orienta a los tres objetivos que presentan los Presupuestos de 2019, y en particular, se ha impulsado la priorización en la financiación de políticas sociales y de conciliación de la vida familiar y laboral, entre las que ha destacado el Plan Integral de mejora de las condiciones de vida y trabajo de la tropa y marinería.
Asimismo, ha apuntado que las actuaciones previstas para proporcionar comunicaciones seguras y conexión a Internet a través de wifi en las zonas de despliegue de los contigentes en las operaciones en el exterior (operaciones de mantenimiento de la paz), por un importe de 14,2 millones de euros en dos años, de los que 9,2 millones se implementarán en 2019 y el resto en 2020.
LEY DE FINANCIACIÓN DE LAS FFAA
Olivares ha concluido destacando que la Defensa «es y debe ser una política de Estado» y, como tal, cree que sería «deseable» que los partidos alcanzasen «un compromiso de Estado» que permitiese a la Defensa disponer de la previsibilidad presupuestaria que requiere a través de un acuerdo sobre un escenario de crecimiento económico sostenido.
De esta forma, ha argumentado que se facilitaría una planificación «más racional y efectiva», se aseguraría la sostenibilidad del modelo y la consecución de los objetivos de las Fuerzas Armadas y de la Defensa Nacional y permitiría, además, sentar las bases para una futura Ley de Financiación y Programación de las Fuerzas Armadas.