Declarada en ruina inminente una vivienda en la Calleja El Castro, en Peñacastillo
El Ayuntamiento de Santander ha declarado en ruina inminente una vivienda situada en la Calleja El Castro número 3, en Peñacastillo, dado el mal estado generalizado de la construcción y el riesgo inminente de derrumbe.
La resolución, según informa en un comunicado el Consistorio, se adopta a la vista de los informes emitidos por los técnicos municipales, que alertan del deterioro de la vivienda, y se da un plazo de siete días hábiles a la propiedad para iniciar los trabajos de demolición.
Se trata de una vivienda de carácter unifamiliar, de 470 metros cuadrados, que data del año 1940. Consta de un semisótano, dos plantas y bajocubierta, y está construida a base de muros de carga enfoscados de mampostería y fábrica de ladrillo, con entramado de madera y cubierta de teja árabe sobre ripia.
La construcción, ubicada en una parcela de cerca de 2.500 metros, muestra en la actualidad «un mal estado generalizado, han colapsado diversas partes de los faldones de la cubierta y existe riesgo de desprendimiento de la chimenea».
Además, según indica el Ayuntamiento, «las fachadas están degradadas y cubiertas por vegetación, y las ventanas carecen de cristales».
Los informes técnicos concluyen que existe un riesgo inminente de derrumbe por el agotamiento generalizado de la estructura de cubierta del edificio, y añaden que «el deterioro es tal que resulta inviable recuperar la vivienda».
En consecuencia, se acuerda declarar la construcción en ruina inminente y ordenar a la propiedad el derribo en el plazo máximo de siete días hábiles, previa presentación del correspondiente proyecto en el Ayuntamiento.
En el caso de no ejecutarse estos trabajos, la administración municipal podrá acometer el derribo de manera subsidiaria y repercutir después los gastos a los propietarios.
El concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, ha explicado que «esta resolución es fruto de la labor de control que se realiza desde los servicios municipales para garantizar que los propietarios cumplen con el deber de conservación de los edificios en buen estado con el fin último de garantizar la seguridad».
Ha recordado además que «esta labor se complementa con ayudas y bonificaciones para facilitar la conservación y mejora de inmuebles».