Díaz «no sabe» si la cesión de terrenos del Puerto a Santander para el aparcamiento de La Marga podrá ser gratuita
Cree que podría llevar aparejada una tasa por la superficie cedida y por la actividad económica que genere este aparcamiento
El presidente del Puerto de Santander y hasta hace escasos meses concejal de Fomento y primer teniente de alcalde de la capital cántabra, César Díaz, cree que se podrá llegar a un «punto de encuentro» con el Ayuntamiento para la cesión de terrenos portuarios a la ciudad para ejecutar el aparcamiento disuasorio de La Marga, aunque «no sabe» si podría ser gratuita.
«Todavía eso no puedo comprometer nada», ha afirmado Díaz durante su intervención de este miércoles en el Foro Ser Cantabria, donde ha afirmado que «no sabe si legalmente sería posible» una cesión gratuita de los terrenos o tendría que estar bajo el régimen de una concesión o de una autorización.
De este forma, ha indicado que «puede ser» que lleve «aparejada una tasa» en función de la superficie ocupada y de la actividad económica que allí se genere.
Y es que, según ha dicho, este aparcamiento disuasorio supondrá la generación de una actividad económica puesto que va a ser un aparcamiento «en el que habrá que pagar», aunque el precio pueda ser «competitivo» con el del autobús.
Para que se pueda llevar a cabo este aparcamiento disuasorio del Puerto, Díaz ha explicado que se precisa una modificación del ordenamiento portuario y luego una puesta a disposición del suelo, formalizando la cesión de éste al Ayuntamiento –a través de la fórmula que se establezca– para que éste lo ejecute.
Según el presidente del Puerto, toda la tramitación podría llevarse a cabo en 2024 y las obras podrían iniciarse en 2025.
EN CONTRA DE UN APARCAMIENTO DISUASORIO DE VARADERO
Díaz considera que La Marga es un buen lugar para un aparcamiento disuasorio y rechaza otras ubicaciones alternativas que planteó el Puerto a la ciudad durante la etapa de su predecesor, Francisco Martín, como es Varadero.
A su juicio, Varadero no es una opción adecuada como aparcamiento disuasorio, ya que los vehículos tendrían que seguir entrando a la ciudad por la calle Marqués de la Hermida y saliendo por la calle Castilla. «No puede ser que un aparcamiento subterráneo en Varadero pueda ser calificado como disuasorio», ha dicho.
El exprimer teniente de alcalde de Santander y ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Santander se ha mostrado dispuesto a «reforzar» la integración puerto-ciudad y la relación con el Ayuntamiento para avanzar en distintos proyectos.
Así, ha destacado la reactivación de los contactos para distintas actuaciones, como la prolongación del paseo marítimo desde Gamazo hasta Peligros o el malecón de Puertochico, entre otros.
También ha sido cuestionado por el futuro desarrollo de Varadero y San Martín. Según ha explicado, se trata de unos suelos que están ya desafectados y que pasan a ser bienes patrimoniales y, como tal, ya no se regulan por el planeamiento portuario, sino por el planeamiento municipal.
El presidente del Puerto cree que las soluciones para el futuro de estas zonas deben salir del grupo de trabajo que hay entre el Puerto y la ciudad.
Habrá que «contrastar» ideas, pero Díaz cree que desde el Puerto hay que ser «respetuoso con lo que la ciudad piense que es mejor para esos suelos» y confía en que será posible encontrar un «campo de consenso» con el Consistorio. Además, ha añadido que los vecinos también tendrán «algo que decir» al respecto.
Ha recordado que ambas zonas de actuación se incluían en Convenio interadministrativo para la Reordenación del Frente Marítimo de Santander –suscrito en 2011 por el Ministerio de Fomento; el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander, Puertos del Estado y Autoridad Portuaria de Santander–, aunque cree que ahora, doce año después, puede que habrá «cuestiones que ajustar».
VE «DÍFICIL» QUE SE PUEDA AUMENTAR EL CALADO EN EL PUERTO
Por otra parte, en otro momento de su intervención, Díaz se ha referido al calado del Puerto, que actualmente es de 13 metros, y ha señalado que «es difícil» que se pueda plantear un incremento del mismo tanto en el canal de navegación como en los propios muelles. «Creo que es un parámetro difícilmente movible», ha dicho.
Y ello pese a reconocer que ese calado no es suficiente para la llegada de algunos barcos.