Díaz cree que la política del BCE ante la inflación es un «error» y apuesta por proteger salarios: «Europa va tarde»
Critica que la subida del tipo de interés «enriquece a las entidades financieras» y exige un «cambio de modelo» en políticas energéticas
VALÈNCIA, 24
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apostado por un «cambio de modelo» en las políticas energéticas que «causan inflación» y ha defendido una actuación «múltiple» para «proteger los salarios y el tejido productivo» y destinar los recursos públicos que «sean menester» ante una «futurible crisis». «Europa va tarde», ha lamentado.
Díaz ha calificado de «error» la política del Banco Central Europeo (BCE) con una subida de los tipos de interés que «encarece las hipotecas y aumenta los costes de financiación de las empresas». Así, ha reivindicado que la solución a la crisis actual «no puede salir de esta política financiera del BCE» y se ha mostrado «preocupada» porque con esta medida «las entidades financieras vuelven a enriquecerse» mediante una «transferencia económica desde la ciudadanía».
En estos términos se ha pronunciado Díaz este sábado durante su participación en València en uno de los actos enmarcados en el X aniversario de eldiario.es, en el que ha defendido que el «punto positivo» de la gestión, «tanto de la Unión Europea como del Gobierno de España», de la crisis de la pandemia y la provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania es que «se ha practicado y se han diseñado políticas públicas que han ido en la dirección opuesta a las anteriores».
«Abandonamos el mantra neoliberal que tanto dolor ha hecho en la gestión de la crisis financiera en la que España alcanzó el 27 por ciento de paro con más de seis millones de españoles y españolas», ha manifestado, y ha asegurado que en la actualidad el Ejecutivo apuesta por «políticas diferentes con un nuevo lenguaje que abandona ciertos dogmas de fe». «Ya nadie discute que el SMI es efectivo contra la pobreza y eficiente en términos económicos», ha apostillado.
No obstante, también se ha mostrado «preocupada» ante las «incertidumbres» de estas crisis. «Hay dirigentes que afirman que se van a practicar políticas que van a causar mucho dolor y creo que es un error», ha valorado. «No estoy de acuerdo con que haya que hacer enormes sacrificios, porque si como vicepresidenta le transmito a la población que voy a causar dolor, ¿para qué vale la política?», ha cuestionado.
LA POLÍTICA DEL BCE ES UN «ERROR»
«Es un error la política del Banco Central Europeo que hace seguidismo con la reserva federal y sobre todo con una subida negativa que encarece las hipotecas en nuestro país y aumenta los costes de financiación a las pequeñas empresas y a las empresas», ha criticado.
«Estoy preocupada porque con la subida del tipo de interés las grades entidades financieras vuelven a enriquecerse y se produce una transferencia económica desde la ciudadanía a estas entidades», ha lamentado, al tiempo que ha advertido que la salida a esta crisis «no puede salir de esta política financiera del BCE».
A juicio de la vicepresidenta segunda, el «error que comete el BCE» es entender «esta crisis como una crisis de demanda». «No está causada por los salarios, sino por el uso que ha hecho Rusia del gas como un arma», ha sostenido y, en este sentido, ha apuntado que para afrontar el aumento de los precios de la energía y, en consecuencia, de los precios de la alimentación «se necesitan recetas en términos económicos que no deben ser las mismas que ante una crisis de demanda».
«POLÍTICAS PÚBLICAS CLIMÁTICAS»
Así pues, ha celebrado que el Gobierno de España y la Unión Europea, «aunque llega tarde», deben «continuar con el avance decidido de la descarbonización económica». «No hay vuelta atrás, las políticas públicas tienen que ser climáticas», ha declarado, y ha censurado aquellas medidas que incorporan el carbono, el gas o la energía nuclear en Europa son una «mala noticia».
«La emergencia climática y ambiental no es cuestionable, y debemos apostar por la descarbonización integral de la economía, energías renovables y una transición alimentaria que sea justa, en la que consumamos menos carne y más agricultura extensiva», ha destacado, al tiempo que ha denunciado que en España «no se respeta el derecho a la movilidad».
Díaz ha aseverado que en este momento se presenta una «oportunidad imprescindible» para «cambiar el modelo productivo a una industria sostenible, generar nuevos puestos de empleo de calidad y cambiar el modelo de consumo». «No es una catástrofe», ha valorado, aunque ha subrayado que Europa comete un «error» con la «taxonomía energética». «Si como consecuencia ante la crisis por la guerra de Ucrania decidimos dar un paso atrás, me parece que no equivocamos», ha expresado.
«AUTONOMÍA ESTRATÉGICA DE EUROPA»
En esta línea, ha lamentado que «echa en falta» hablar de una «autonomía estratégica en Europa», por lo que ha abogado por construir una política de seguridad «propia, autónoma y muy pensada en el continente». «No se trata de volver a un mundo bipolar, sino que la apuesta de Europa tiene que ser por una posición propia», ha reiterado.
En cuanto a la invasión rusa de Ucrania, ha remarcado que «Rusia ha vulnerado la legislación internacional». «Debe retirarse porque ha invadido ilegalmente un país», ha aseverado, y ha mostrado su «solidaridad» con el pueblo ucraniano y con todos aquellos rusos que salen a manifestarse. «Hay que hacer todos los esfuerzos para que en esta nueva fase guerra avanzar en una política de paz y diplomacia», ha afirmado.
DERECHOS HUMANOS, «NO RELATIVIZABLES»
Preguntada por si se debe ser radical en la defensa de los derechos humanos, Yolanda Díaz ha asegurado que «hay que ser radical» porque los derechos humanos «no son relativizables en ninguna parte del mundo». «Es revolucionario y urgente defender la democracia a diario», ha agregado.
En este sentido, se ha referido a la situación de no derechos de las mujeres iraníes, afganas o africanas. «Todas las mujeres del mundo estamos trabajando juntas para cambiar esta realidad, aunque creo que menos de lo que deberíamos», ha indicado, y ha advertido que «los derechos de las mujeres también están amenazados en España con posiciones ultramundanas de la extrema derecha que trata de disputar la batalla cultural sobre el cuerpo de las mujeres».
«Queda muchísimo por hacer en todo el mundo. Los feminismo son revolucionarios, nos hacen mejores y hacen mejores a los hombres», ha defendido, al tiempo que ha aseverado que este es «el movimiento más potente y transformador». «Os animo a que os suméis», ha concluido.