Dan de alta a 9 pacientes de Covid-19 en un ensayo fase I con un tratamiento contra el coronavirus
Un innovador y prometedor ensayo financiado por la Fundación CRIS contra el cáncer despunta como un eficaz tratamiento contra la Covid19 tras dar de alta, «en tiempo récord», a nueve pacientes y busca ser una herramienta clave para mitigar contagios y evitar los confinamientos.
Sin dejar la investigación de cáncer infantil ni atender a los pacientes oncológicos en la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas del Hospital La Paz, la Fundación CRIS contra el cáncer ha financiado, gracias al Fondo CRIS de Investigación Covid-19 y Cáncer, este ensayo clínico en el que adapta a pacientes de Covid-19 una terapia celular empleada en pacientes oncológicos infantiles «y los resultados no han podido ser más prometedores». Los nueve pacientes han sido dados de alta en tiempo récord y se abrirá una segunda fase en toda España para la que se necesita más financiación.
«La ciencia y la investigación es el único camino para acabar con el cáncer y en este camino hemos desarrollado una estrategia que podría ser beneficiosa contra la Covid-19. El mejor medicamento antiviral es el que obtenemos del sistema inmune de un paciente recuperado, y en concreto y como se está viendo en la COVID19 de su inmunidad celular», ha dicho el jefe de hemato-oncología pediátrica de La Paz y director de la Unidad CRIS de Investigación de Terapias Avanzadas del hospital, Antonio Pérez Martínez.
Y es que, prosigue, a día de hoy no hay ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado efectividad contra el Covid19 y se ha puesto de todo. En este sentido, ha explicado que el ensayo clínico consiste en la administración de linfocitos T memoria obtenidos de donantes que se han recuperado del Covid-19, y en los que se ha demostrado que contienen un subtipo de linfocitos que reacciona específicamente al coronavirus, y que comparten alguna molécula HLA en pacientes con COVID-19.
Los pacientes a los que se les ha administrado el tratamiento son pacientes que están hospitalizados por insuficiencia respiratoria y neumonía bilateral y requerimientos de oxígeno, pero no ingresados en cuidados intensivos. «Lo primero que hemos hecho es valorar los posibles efectos adversos del tratamiento y la dosis máxima tolerada», ha dicho el experto.
Se ha completado la fase I sin identificar en ninguna cohorte de dosis efectos adversos, por lo que a la fase II se propondrá la última dosis alcanzada en la cohorte 3 de la fase I. En la fase II, se hará un estudio multicéntrico por todo el territorio nacional y vemos la posibilidad de llevar a plataformas internacionales.
«Cuando arranque la fase II necesitaremos más recursos para poder hacerlo», ha avisado. Además, el investigador del Instituto de Bioingeniería y del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital General de Alicante, Bernat Soria, ha recordado que el Covid-19 es una enfermedad muy compleja que deprime al sistema inmune, disminuye el numero de linfocitos (linfopenia).
«Igual que en las anemias trasfundimos sangre y en la trombocitopenia plaquetas, en la linfopenia deberíamos infundir linfocitos. Aunque este tratamiento se clasifica como inmunoterapia celular pasiva tiene algo de vacuna pues aumenta los linfocitos del propio paciente», ha apostillado Soria.
Al respecto, Pérez-Martínez ha señalado que se ha visto en esta primera fase, que, aunque parece complejo es posible realizarlo y además ha resultado seguro, sobrepasando una de las principales barreras que tiene la terapia celular.
«TOLERANCIA ADECUADA»
«Pero vamos más allá, porque el problema además son los pacientes vulnerables que no tienen Covid19 y por los que se hacen estas estrategias de confinamiento para evitar contagio. Y estamos planteando un estudio de profilaxis para evitar que esos pacientes se contagien o si se contagian que sean menos contagiosos y tengan un periodo más pequeño de cuarentena y que podamos normalizar la estrategia social lo antes posible», ha argumentado, para informar de que aún se puede hablar de eficacia pero sí de «tolerancia adecuada»
Para el efecto terapéutico aún se debe esperar a finalizar al menos la fase II del ensayo. «Por eso necesitamos ayuda económica para poder acelerar y finalizar este ensayo y que se beneficien el máximo número de pacientes. Sabemos que la vacuna va a tardar y que tener limitaciones y a día de hoy no hay tratamientos eficaces y que este tipo de acercamiento de inmunoterapia celular pasiva que es útil, segura y efectiva en niños con trasplante de médula se pueda trasladar a pacientes con Covid-19», ha recalcado.
Hasta la fecha el lanzamiento de este ensayo clínico ha sido posible gracias a la implicación de la sociedad civil con sus donaciones en la plataforma criscancer.org/covid19 , a la agencia valenciana de innovación, al apoyo de empresas, a la colaboración de otras fundaciones como Aladina que se ha sumado con una aportación de 20.000 euros y también sumarán los Osos Solidarios vendidos en Alcampo en la iniciativa conjunta Zarpazo al cáncer infantil junto a Warner y Famosa, empresa alicantina que siempre ha mostrado su solidaridad con los niños con cáncer.
«Este innovador ensayo clínico liderado por Antonio Pérez Martínez desde la Unidad CRIS de La Paz pone de manifiesto el impacto tan vital que tiene la investigación de cáncer. Vemos cómo los avances en un área pueden beneficiar a otros tipos de cáncer y en este caso vemos como la terapia celular que emplean con éxito en pacientes oncológicos infantiles tiene un uso eficaz en otra enfermedad como es la Covid-19», ha zanjado la directora de CRIS contra el Cáncer, Marta Cardona.