Cuatro empresas españolas podrían ser objetivo de campañas activistas, solo el 2% de las que están en riesgo
Cuatro empresas españolas podrían ser objetivo este año de campañas activistas, lo que apenas representa un 2% de las 157 compañías consideradas en riesgo, según un informe de la consultora Alvarez & Marsal publicado este viernes.
El estudio, que no identifica a dichas empresas por cuestiones de confidencialidad, pronostica un aumento de la atención de los activistas hacia el sector consumo, así como el tecnológico y el sanitario, que también se encuentran en el punto de mira de este tipo de inversores como resultado de los reajustes en el tejido empresarial de estos sectores debido al Covid-19 y al auge de los vehículos de inversión SPAC.
Asimismo, los inversores activistas están prestando más atención a los criterios ESG (medioambientales, sociales y de buena gobernanza), con un 36% más de campañas a nivel mundial basadas en estos aspectos, un factor que ha impulsado los «ataques multiactivistas» contra las empresas europeas.
«Cada vez más consejos de administración de empresas europeas se enfrentarán a campañas de múltiples activistas, lo que implicará una serie de nuevos retos estratégicos, operativos, financieros, medioambientales, sociales y de gobernanza», ha señalado el director y responsable de Alvarez & Marsal en España y Portugal, Fernando de la Mora.
De la Mora ha añadido que aunque las «manadas de lobos» no son nuevas, ahora se les suman nuevos stakeholders que exigen un cambio, especialmente en materia de ESG. «Las empresas deben contar con una estrategia para hacer frente a esta gama más amplia de exigencias y evitar ser acorraladas en todos los frentes», ha destacado.
LAS EMPRESAS BRITÁNICAS, LAS MÁS ATRACTIVAS
El estudio predice que las empresas de Reino Unido seguirán siendo «muy atractivas» para los inversores activistas, con 59 compañías en riesgo debido al entorno normativo favorable para este tipo de inversores y el bajo rendimiento generalizado de estas durante la crisis.
En Europa, por su parte, hay 98 empresas que podrían ser objetivos potenciales de ataques, entre las que destacan las francesas y alemanas. Suiza también llama la atención por el aumento de las consideradas en riesgo del 9% de estas desde diciembre de 2020, mientras que las españolas solo son un 2% de todas ellas.
Las empresas industriales encabezan la lista de objetivos previstos, con 54 en riesgo, en tanto que el interés por el sector consumo ha aumentado, con 30 objetivos previstos frente a los 25 del pasado diciembre.
Le sigue el sector tecnológico, con 29 empresas en riesgo, y el sector sanitario, con 18, en tanto que para los activistas, las SPAC suponen «una oportunidad para presionar a las empresas a escindir algunas de sus divisiones relevantes mediante fusiones».
«Mientras que la sanidad y la tecnología están cada vez más en el punto de mira de los activistas, el auge de los SPAC ha elevado aún más las apuestas. Para ahuyentar la atención de los activistas no deseados, las empresas deben asimilar sus puntos más vulnerables y tomar medidas para mitigarlos antes de que los activistas intervengan», ha destacado el director y responsable de Transformación Corporativa europea de la consultora, Malcolm McKenzie.