Cuanto mayor es el nivel de injerto en el trasplante de microbiota, mayor la posibilidad de éxito de la terapia
Investigadores de la Universidad Católica de Roma y la Universidad de Trento (Italia) han demostrado que cuanto mayor es el nivel de injerto de los microorganismos trasplantados de microbiota fecal (FMT), mayores son las posibilidades de éxito de la terapia.
Este es el núcleo del estudio publicado en la revista Nature Medicine coordinado por Gianluca Ianiro, investigador en enfermedades del Aparato Digestivo de la Universidad Católica y por el profesor Nicola Segata, de Genética en la Universidad de Trento y en el Departamento Cibio de la Universidad de Trento y el Instituto Europeo de Oncología en Milán, Italia.
El Trasplante de microbiota es una nueva frontera terapéutica que abarca diferentes campos de la medicina, no solo de la gastroenterología, sino incluso, por ejemplo, de la oncología, (se ha visto que la eficacia de algunas terapias contra el cáncer está influenciada por la microbiota). Está confirmado que la microbiota intestinal -el conjunto de microorganismos que viven en simbiosis en nuestro intestino realizando tantas funciones además de la digestiva- es importante para la salud humana y tiene un papel crucial tanto para el aparato digestivo,el sistema inmunitario, e incluso para el sistema nervioso.
El trasplante se realiza aislando y purificando la microbiota del donante recolectada de las heces y transfiriéndola de diversas formas (en cápsulas o durante una colonoscopia) al paciente donante. Lo que no está muy claro de este procedimiento terapéutico es qué tan bien se implantan los microorganismos trasplantados en el intestino del paciente receptor.
Los expertos han analizado con sofisticadas técnicas de secuenciación genómica y análisis informático un total de más de 1.300 muestras de microbiota intestinal (recolectadas de heces) de pacientes donantes y receptores con hasta ocho enfermedades diferentes (C. difficile, infecciones con bacterias intestinales multirresistentes, síndrome metabólico , melanoma, enfermedad inflamatoria crónica del intestino, síndrome del intestino irritable, diarrea por quimioterapia, síndrome de Tourette).
«Gracias a la capacidad del análisis basado en técnicas de secuenciación genómica para identificar las diferentes cepas bacterianas presentes en la microbiota, que tienen un patrón específico para cada persona, pudimos entender si una determinada cepa se transmitía del donante al receptor», explica Segata
«Hemos visto que los pacientes con niveles más altos de injerto de microbiota logran una mejor respuesta clínica; también que el injerto es mayor en pacientes con enfermedades infecciosas (que tienen un desequilibrio de microbiota menos severo -disbiosis) que en aquellos con enfermedades crónicas enfermedades (que tienen disbiosis más compleja y radicada)», añade Ianiro.
Además, han descubierto que los pacientes tratados con terapia antibiótica antes del procedimiento de trasplante tenían un mayor injerto, y que la infusión de la microbiota a través de múltiples vías de administración (p. ej., cápsulas junto con colonoscopia) promovió el injerto. También fue encontró que algunas especies microbianas (particularmente Proteobacteria y Actinobacteria) se injertan mejor que otras (p. ej., el filo Firmicutes).
Finalmente, «hemos demostrado que mediante el uso de inteligencia artificial podemos predecir con una precisión relevante la composición de la microbiota del donante después del trasplante, y esto podría llevar a identificar a los mejores donantes cuyas heces tienen más éxito en aumentar la diversidad de la microbiota (que es un parámetro de la salud de la microbiota) después del trasplante fecal», señalan ambos investigadores.