Cs Cataluña celebra la sentencia del TSJC porque la ley Celaá iba «en contra de criterios del TC»
El dramaturgo Albert Boadella ha criticado la falta de pluralismo en Cataluña
BARCELONA, 17
El líder de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, ha celebrado este jueves la sentencia del Tribunal Superior de Justica de Cataluña (TSJC) por la que se obliga a un mínimo del 25% de enseñanza en castellano dentro del sistema educativo de Cataluña, y cree que demuestra que «la ley Celaá se ha hecho en contra de los criterios del Tribunal Constitucional» (TC).
En rueda de prensa en el Parlament, ha dicho que el TSJC ha fallado conforme a criterios que «en varias ocasiones el TC ya había reiterado», y asegura que el Govern debe hacer caso porque es una resolución basada en la Constitución.
Carrizosa afirma que esta sentencia es importante porque tiene ámbito general y «afecta a todos y cada uno de los colegios de Cataluña», no como la sentencia del TSJC de 2014 que exigía al departamento de Educación de la Generalitat asegurar a 8 alumnos un mínimo del 25% de clases en castellano dentro del aula.
Para Carrizosa, esto demuestra que «Cs tenía razón» y que este criterio judicial prevalece en cualquier caso ante la interpretación que se pueda hacer de la reforma de la Ley de Educación.
«Y demuestra que el Gobierno de España está haciendo dejación de sus funciones de protección de la libertad de todos, que sí que está haciendo el TSJC y que se nos estaba negando», ha zanjado.
ALBERT BOADELLA
En la rueda de prensa también ha participado el dramaturgo Albert Boadella, tras reunirse con Carrizosa para tratar el «hostigamiento al discrepante» en Cataluña y el clima ideológico que persiste y que, a su juicio, produce la fuga del talento.
Boadella ha advertido de que en Cataluña ha desaparecido la libertad y pluralidad ciudadana, que es algo que jamás podría haberse imaginado, y que «hay una buena parte de la población que se siente marginada de este delirio».
Ha defendido la necesidad de que haya partidos como Cs y otras formaciones constitucionalistas que sean capaces de crear unas fórmulas seductoras para que la población que no está a favor de la independencia «entre en el mundo de la acción, en cuanto a organizarse y establecer unos anticuerpos a la gran epidemia del nacionalismo».
«Hemos visto cómo multitud de gente del mundo de la cultura se ha ido a trabajar a otros lugares, especialmente a Madrid. Yo fui uno de ellos: en el año 2006 me encontré con un boicot absoluto, habían hecho de mí un enemigo público», ha asegurado.
En este sentido, Carrizosa ha indicado que es el propio Govern quien facilita este clima ideológico de «linchamiento», porque no condena las persecuciones contra personas que utilizan el castellano como lengua.