Crece la población en una veintena de los 39 municipios rurales cántabros en riesgo de despoblamiento
El Gobierno de Cantabria «va a intentar» que la Ley del Reto Demográfico sea aprobada por el Parlamento antes de que concluya la legislatura
Una veintena de los 39 municipios cántabros en riesgo de despoblamiento experimentaron el pasado año un incremento demográfico y el Gobierno de Cantabria lo atribuye a las medidas puestas en marcha en estas zonas rurales.
Concretamente, la población creció en 2021, con respecto al año anterior, en 21 municipios: Herrerías, Valle de Villaverde, Vega de Pas, Las Rozas de Valdearroyo, Valderredible, Rionansa, Cabuérniga, Campoo de Suso, Arenas de Iguña, Miera, Campo de Yuso, Ruente, Cieza, Camaleño, Los Tojos, Arredondo, Rasines, Tudanca, Luena, Pesquera y San Miguel de Aguayo.
Además, en otros tres se mantiene la población, caso de Tresviso, Cillorigo de Liébana y San Pedro del Romeral, según los datos aportados por el Gobierno.
Se trata de datos del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) expuestos este viernes en la reunión del Consejo Asesor para la Lucha contra el Despoblamiento, de los que se han felicitado tanto el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, como la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, quienes han participado en el encuentro para hacer balance de los resultados obtenidos por este órgano, creado en 2019.
Revilla ha afirmado que el Consejo está siendo «muy operativo» y está obteniendo «muy buenos resultados» y las medidas puestas en marcha en los municipios en riesgo de despoblamiento están resultando «eficaces».
Se ha mostrado «seguro» que dentro de un año «muchos más» de estos ayuntamientos en riesgo de despoblamiento experimentarán ese crecimiento demográfico. «Somos optimistas y el resultado del Consejo Asesor está siendo un éxito», ha opinado.
Por su parte, la consejera ha considerado estos datos una «muy buena noticia», aunque ha señalado que intentar revertir la curva demográfica es algo «muy complicado», aunque ha confiado en que con las medidas ya puestas en marcha y otras que se puedan adoptar contribuyan a ello.
Entre las medidas ya implantadas, el presidente ha citado algunas como la instalación de cajeros automáticos en estos municipios tras el cierre de las oficinas bancarias en ellos, en los que se han realizado «más de 25.000 operaciones» y que están resultando «un éxito»; el transporte gratuito de los alumnos que residen en estas zonas rurales para ir a sus centros educativos; la implantación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, o la realización de obras en estas zonas y de carreteras que mejoren las comunicaciones.
Con el trabajo que se está realizando, se trata, según Revilla, de que nadie tenga «la disculpa» para abandonar uno de estos municipios de que no tiene un médico, un profesor o una carretera cerca.
Además, el presidente ha atribuido parte de ese incremento poblacional a un cierto cambio en los hábitos de habitabilidad tras la pandemia. Según ha señalado, hay gente que se ha dado cuenta que en los pueblos, si hay buenos servicios, se puede hacer una vida «completamente normal» y realizar actividades sin tener que residir en los grandes centros urbanos.
Ahora, la Universidad de Cantabria tiene terminado un proyecto de gemelos digitales que va a ayudar a valorar la eficacia de las medidas puestas en marcha y a simular el resultado que podrían tener algunas otras acciones que pudieran ponerse en marcha para fijar y atraer población.
LEY DE RETO DEMOGRÁFICO
Además, de forma paralela, se sigue trabajando en la futura Ley de Reto Demográfico de Cantabria, que el Gobierno «va a intentar» que esté aprobada antes de que concluya la legislatura, según ha explicado la consejera.
Ha avanzado que el día 12 de este mes se va a reunir el grupo de trabajo creado para abordar esta ley y hacer las «últimas correcciones» al «texto definitivo» que tiene el Gobierno para hacer una «buena» norma que permita poner en marcha medidas de discriminación positiva y dotarlas de financiación.
Inmediatamente después de la reunión del grupo de trabajo se va a enviar, según ha explicado, a todos los miembros del Consejo Asesor y, a la vez, se va a sacar a consulta pública, iniciándose así la tramitación administrativa de la norma. Los siguientes pasos serán el de información pública, la elaboración de informes por parte de los departamentos del Gobierno regional y a continuación su aprobación por el Consejo de Gobierno y, tras ese paso, se remitirá al Parlamento para iniciar su trámite en la Cámara.
El Consejo Asesor está presidido por Revilla y del órgano forman parte distintos representantes de varias consejerías; así como de la Delegación del Gobierno; el Instituto Cántabro de Estadística; la UC, el ICANE o la Federación de Municipios de Cantabria, entre otros.
«Está representada toda Cantabria», ha dicho Revilla, que ha agradecido que a reuniones como la de hoy «no falta nunca nadie» y están tomándolo con «muchísimo interés».