Covite contabiliza 57 homenajes a presos de ETA en 2018 y critica la impunidad que supone despenalizar el enaltecimiento

BILBAO, 2

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, ha contabilizado un total de 57 homenajes a presos de ETA en estos diez primeros meses de 2018, que se suman a los 48 celebrados en 2017, y ha denunciado «la impunidad» que supondría despenalizar el enaltecimiento del terrorismo.

El Observatorio de Radicalización de Covite refleja que, en total, este año han sido 182 las actuaciones en la que se han exaltado a ETA, de los que 57 fueron homenajes a miembros de la banda, 28 manifestaciones, 47 pintadas y pancartas, 27 actos de enaltecimiento que se habrían producido en fiestas y otros 23 habrían tenido otros formatos.

Los datos del Colectivo, recogidos por Europa Press, apuntan que 58 se produjeron en Guipúzcoa, 52 en Navarra, 51 de Vizcaya, 15 en Álava, tres en otras provincias y tres en el extranjero.

En su cuenta de Twitter, Covite asegura que «despenalizar el delito de enaltecimiento del terrorismo solo implicaría que se pudieran hacer estos homenajes a etarras impunemente». «¿Dónde está la justicia?, ¿y la dignidad?», ha preguntado.

CONMEMORACIÓN DE VÍCTIMAS

Asimismo, la presidenta de esta asociación de víctimas, Consuelo Ordóñez, pide que en esta jornada se recuerde al ertzaina Genaro García, asesinado en 1986 por ETA en Andoain (Guipúzcoa) cuando dirigía la operación para liberar a un secuestrado, Lucio Aguinagalde.

Ordóñez también rememora el asesinato, tal día como hoy, en 1979, la banda mató en Gernika (Vizcaya) al joven Juan Cruz Hurtado, de 25 años, al que dispararon cuando se encontraba en un bar con su novia, que resultó herida. «Tres meses después matarían a su amigo Vicente Irusta», añade.

También recuerda que hoy es el aniversario en Lezo (Guipúzcoa) del crimen en 1978 del albañil Rafael Recaola, «ametrallado cuando volvía a casa de trabajar y rematado en el suelo», tras haber sido previamente amenazado.

En total, recuerda que un 2 de noviembre ETA asesinó a cinco personas, un carpintero, un albañil, un ertzaina, un constructor y un policía municipal, todos ellos en el País Vasco, «tres de ellos en diferentes atentados, pero el mismo día». «De los cinco tres impunes, pero nos dicen que no son crímenes de lesa humanidad», ha aseverado.