Costa defiende su confesión de financiación ilegal en el PP: Está bien que alguien pida perdón y se arrepienta
El ex número dos del PP valenciano asegura que no pretende ser «ejemplo» para otros acusados
MADRID, 11
El que fuera secretario general del PP valenciano con Francisco Camps hasta 2009, Ricardo Costa, ha defendido este miércoles en el Congreso su decisión de admitir ante la Audiencia Nacional la existencia de financiación ilegal en su partido y cree que «está bien» que un responsable político asuma su responsabilidad, pida perdón y se arrepienta.
Ante el tribunal que juzga la trama valenciana de Gürtel, Costa reconoció que facturas del PP se pagaron con dinero negro dado por empresarios, que desde la Generalitat valenciana se coordinaba la percepción de las aportaciones para ser entregadas a la gerencia del partido y que, según se le dijo, todo ello se hacía por orden del entonces presidente valenciano Francisco Camps.
En su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga la supuesta financiación ilegal del PP, el ex número dos del PP valenciano se ha ratificado «plenamente» en ese testimonio, «desde la línea hasta la cruz». Y, además, ha asegurado sentirse arrepentido y ha pedido perdón por no haber parado esas prácticas ilegales cuando tenía competencia.
CAMPS LE REPROCHÓ CAMBIAR DE VERSIÓN
Esa confesión dejó en evidencia a su entonces superior Francisco Camps, que ante la misma comisión de investigación insistió en negar financiación ilegal y subrayó que debía ser Costa quien explicase su cambio de versión, ya que, según dijo, durante nueve años estuvo sosteniendo lo contrario.
En su comparecencia de este miércoles, Costa no ha querido acusar explícitamente a su exjefe de mentir, pero ha dicho que la versión que se corresponde con la realidad es la suya. «Las conclusiones las tienen que sacar ustedes», ha dicho, tras haberse ratificado en que era Camps el que tomaba «las decisiones importantes en el partido» y quien dio la orden de pagar «con facturas falsas».
Costa ha admitido que, cuando el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana empezó a investigar la trama Gürtel, tuvo la oportunidad de reconocer esas prácticas que años después ha confesado, pero no lo hizo porque su situación profesional y personal, era distinta. «Estaba en una situación no sabiendo decir que no», ha comentado en otro momento.
A partir de mayo de 2012, tras ser absuelto en la causa de los trajes de Camps, su situación ya era distinta, pues había dejado la cúpula del partido y había sido obligado a renunciar al escaño que venía ocupando durante dos décadas. «Mis circunstancias personales, profesionales y familiares no eran las óptimas», ha admitido.
«¿Le dejó caer Camps?», le ha preguntado el valenciano Joan Baldoví, de Compromís. «Es complicado de contestar –ha contestado–. Dejémoslo en que, en aquel momento la situación hizo que yo tuviera que renunciar a mis responsabilidades».
¿LE DEJÓ CAER CAMPS?
Desde entonces, ha subrayado, se alejó de la esfera pública, ya no hizo más declaraciones sobre el tema, y durante los siguientes años abrió un proceso de reflexión marcado. Eso sí, asegura que no ha habido un cambio de versión porque en estos últimos años no ha dado ninguna otra, ni ha hablado con los medios de comunicación a la espera de declarar ante el tribunal.
«El cambio de actitud no es más que una reflexión personal de años ante una situación que obviamente ha tenido una dura carga personal –ha relatado–. La vida son circunstancias. He tenido una profunda conversación familiar en los últimos dos años que me han hecho ver las cosas y que me han hecho tomar estas decisiones, sabiendo claramente que iba a tener un coste personal muy elevado».
A su juicio, «está bien que un responsable público asuma responsabilidades, pida disculpas y se arrepienta», pero ha querido dejar claro que su actitud no pretende ser ejemplo para los demás. «No quiero dar lecciones a nadie –ha remarcado–. No vengo a dar ejemplo de nada, ya tengo bastante con aprender de mis errores, con humildad y arrepentimiento. No quiero ser el faro de una luz futura».
En otro momento de su intervención, ha hecho hincapié en que se conforma con «intentar llevar una vida normal» con «su mujer y su hija» y con «trabajo privado» que le permita «ganarse la vida».
YO MISMO ME PREGUNTABA QUIÉN PAGABA ESOS ACTOS
Ante los diputados, Costa también ha dicho desconocer a cambio de qué pagaban los empresarios las facturas del PP valenciano, ya que él nunca formó parte de la Generalitat, y ha admitido que en ocasiones se preguntaba de dónde salía el dinero para esos macroactos de campaña del PP, incluso con fuegos artificiales. «Es una pregunta absolutamente razonable y yo me lo preguntaba», ha dicho. Es más, ha revelado que en algunas elecciones no había ni presupuesto cerrados, los actos se iban produciendo y sólo a final de la campaña se sabía el coste.
También ha relatado ante la comisión la vez que se negó a que se pagaran gastos del partido con dinero negro de empresarios, algo que la propia dirección nacional del PP también desaconsejó por ser una práctica prohibida.
Costa ha detallado que fue en 2005 cuando se enteró por la gerente del partido Cristina Ibáñez, que llevaba diez años en el puesto y había sido nombrada por Génova , de que el partido funcionaba con pagos en negro. Aunque ha dicho no poder asegurar si era había sido siempre la práctica habitual sospecha que sí.
Según su relato, un año después, una persona de la que no ha dado el nombre, se presenta como «interlocutor para el pago a las empresas» y luego le propone una alternativa que no detalla pero a la que él se opone. Es entonces cuando se dirige al entonces gerente del PP nacional Luis Bárcenas para «denunciar» esta situación y éste le «corroboró que eso era absolutamente ilegal», como «un Filesa dos», en referencia al caso de financiación ilegal del PSOE.
Bárcenas también le dijo que le trasladaría esa información al entonces tesorero nacional, Álvaro Lapuerta, y Costa interpretó que sería éste quien se lo comunicaría a la dirección regional, aunque no le consta si lo hizo o no. «Yo sí que lo trasladé a quien me lo había pedido –ha agregado–. Mi obligación es decirlo, y es verdad que podía haber dado un paso más y denunciarlo ante la justicia, pero no lo hice», se ha lamentado Costa.
EL PP DE FABRA ACORDÓ PAGARLE LA DEFENSA
Al ser preguntado quién le paga la defensa, ha indicado que el sucesor de Camps al frente del PP valenciano, Alberto Fabra, acordó pagar parte de los gastos al entender que la investigación judicial afectaba al partido. La actual dirección de Isabel Bonig anunció que iba a cortar esa factura y el PSOE le ha preguntado si esa ruptura se debe a que iba a confesar, pero Costa lo ha negado.
Y tampoco ha hecho una firme defensa de la petición de su abogado de citar como testigos en el juicio a Mariano Rajoy y a María Dolores de Cospedal. «Lo consideró necesario para una mejor defensa procesal, pero yo no he entrado a valorarla», se ha limitado a decir.